El Colca es una de las zonas dinámicamente más activas
— Redacción Diario El Pueblo —
La ocurrencia de sismos es esta parte de la región Arequipa no es reciente, por el contrario son muy comunes. Hernando Tavera, presidente del Instituto Geofísico del Perú (IGP), indicó que el calle del Colca, es una de las zonas dinámicamente más activa de toda la región, debido a que tiene presencia de lluvias extremas, deslizamientos, actividad volcánica y sismos.
Estos movimientos sísmicos tienen su origen en la formación de las fallas tectónicas distribuidas paralelas al río, desde Cabanaconde hasta Chivay y que dan la vuelta por Ichupampa y continúan. Ocurren sismos y van a seguir ocurriendo toda la vida, porque es parte de la dinámica natural de la zona; son las personas las que tienen que adecuarse a vivir en zonas seguras del lugar.
Explica el especialista que las fallas tectónicas se reactivan de tiempo en tiempo. Este miércoles se han registrado réplicas y seguramente hoy seguirán ocurriendo hasta que haya una estabilización de la zona, luego habrá un proceso de la acumulación de energía, hasta que nuevamente haya un desfogue y ahí se registre una nueva crisis sísmica, algo que no se puede evitar.
Indicó que en este tipo de movimientos de la tierra, las viviendas o construcciones que sufren los mayores daños, son aquellas que están construidas en base a pirca de piedra, adobe, quincha, carrizo, es decir, con materiales precarios, pero no ocurre lo mismo con aquellas que se construyeron en base a concreto.
Esto debe llevar una vez más, a la reflexión de las autoridades y de la propia población, a cambiar el tipo de vivienda, pero también a buscar zonas en donde se haya demostrado que los sismos no generan mayores daños, teniendo el compromiso de los pobladores de no volver a ocupar las zonas desalojadas.
Respecto al tipo de construcción para zonas como estas, varias universidades han hecho estudios, pero ninguno ha sido puesto en práctica por las autoridades para una reconstrucción, para evitar daños no solo ocasionados por los sismos, sino también por otros fenómenos naturales, como los deslizamientos de cerros, las emanaciones de gases y cenizas de los volcanes activos, las lluvias constantes, los huaycos, entre otros.