— Redacción Diario El Pueblo —

Por: Roy F. Cárdenas Velarde

Hace unas semanas recibí una invitación para dictar una charla sobre Introducción al derecho ambiental, el que considero uno de los temas más importantes. Y quiero aprovechar estas líneas para compartir algunas ideas que tuve la oportunidad de comentar en este espacio.

Para empezar, a diferencia de otras ramas, el derecho ambiental encuentra su sustento en otras ciencias. No podríamos decir que hay un concepto jurídico de ecosistema, hábitat o cambio climático, etcétera.

Otro aspecto principal es que se nos enseña que el Derecho busca regular la conducta de las personas con el fin de proteger algún bien jurídico. Ahora, en derecho ambiental, antes que pretender la regulación de una conducta, debemos detenernos y pensar qué es lo que se desea proteger. Así pues, el concepto que tengamos de ‘ambiente’ marcará el punto de partida respecto a las medidas que se dispongan (legislativas, administrativas, etcétera) para protegerlo.

Entonces, es fundamental que se busque –antes que regular una conducta– definir qué entendemos por ‘ambiente’. Otro tema que debemos tener presente, como alguna vez leí en un ensayo, es que todo esfuerzo de conservación de la naturaleza es, en el fondo, un esfuerzo de conservación del hombre mismo. Ya que es así. Las medidas que se dispongan para proteger el ambiente, no son sino medidas para la subsistencia de la raza humana. No del planeta, sino de la humanidad. El planeta estuvo antes, y estará después del hombre.

Como mencionó Nicole Bernex, “el primer problema que veo es nuestro “comodismo”, que no queremos reconocer. Ponemos etiquetas como “temas ecológicos” o “ambientales”. Suena mejor, pues nos distancia a nosotros del problema. El problema resulta ético, pues es la actitud del hombre la que genera las distorsiones. No son problemas ambientales, sino de la humanidad, ya que ella misma es la que se pone en riesgo.

Otro aspecto es que en el campo del derecho ambiental los pasos que se han dado han sido reacciones a eventos catastróficos. Para algunos, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano en 1972, una de las más importantes, tuvo como origen la encalladura del petrolero Torrey Canyon en 1967. Como señala Lidia Garrido, “lamentable, pero los eventos dramáticos generan preocupación y la preocupación genera concientización y acción”.

Como reflexión final, y creo que la más importante del derecho ambiental, y dentro de ello la gestión pública, una sociedad que no conoce su historia está condenada a repetirla. La historia del derecho ambiental, al igual que quizá la de los derechos humanos, está marcada por eventos dramáticos, los que debemos conocer para que no vuelvan a ocurrir.