Las clases en el 2022
Por: Carlos Meneses
“Nunca más debe repetirse el descuido que se descubrió en toda su magnitud cuando el Covid-19 llegó al Perú en lo que se refiere a Educación y Salud”.
Estamos viviendo, como hace muchos años y al borde del 1ero de abril, un año escolar de características cercanas a lo normal. Debe reconocerse que, contrariando decires y opiniones, el gobierno está terminando la gestión necesaria para convertir en presencial o por lo menos semipresencial lo que fue una experiencia virtual que redujo el aprendizaje de nuestros niños y jóvenes.
Desde luego, no se puede decir que todo es adecuado ni perfecto por las consecuencias de un abandono de décadas a los sectores de Educación y Salud que se ha evidenciado al producirse la epidemia e interrumpirse las clases. Hay mucho por hacer en materia de atención de requerimientos elementales que fueron descuidados a través de sucesivas administraciones y de pronto hemos visto confrontados con una realidad penosa, necesaria de modificar.
Con la colaboración de los padres de familia, maestros, autoridades municipales y regionales y el cuidado de policías y militares estamos procurando regularizar lo que fue abruptamente quebrantado por la epidemia del coronavirus.
Corresponde ahora continuar la tarea de rehabilitación de planteles que lo requieran, el cuidado y protección de los niños que han cambiado la forma en la que se encontraban nuestras ciudades con su movimiento y sus riesgos.
Debemos asumir el compromiso no solo de salvar la coyuntura sino de invertir cuánto dinero sea posible y esté a nuestro alcance para que los pequeños tengan la oportunidad de rescatar por lo menos parte del tiempo perdido y de una educación que les hizo perder oportunidad para lograr la enseñanza deseada hasta en los centros de estudios superiores.