Aprender un idioma por necesidad
— Redacción Diario El Pueblo —
Por: Sonia Millones
En los últimos años ha cobrado más fuerza la necesidad de aprender un segundo o tercer idioma para poder relacionarse en otros países e integrarse con otras culturas. Pero no siempre el aprendizaje es bonito y fácil. No todas las personas se encuentran con profesores motivadores y situaciones amigables, no todos aprenden a la misma velocidad.
Con los desplazamientos forzados y el aumento de refugiados en diversos países, las escuelas de idiomas de diversas partes del mundo reciben un número cada vez mayor de migrantes, quienes en su mayoría se enfrentan al reto de vivir en una nueva ciudad y a la obligación de aprender el idioma del país que los acoge.
Según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la capacitación y directivas para los profesores de estos cursos no siempre se basan en las mejores prácticas. También se han reportado denuncias de racismo en las aulas y actitudes indiferentes ante situaciones de discriminación.
Estas situaciones de desmotivación y estrés influyen negativamente en los procesos de adquisición de una nueva lengua y en tales cursos, muchas veces, no se alcanza el nivel requerido. Por ejemplo, alrededor del 48% de los migrantes que participan en cursos de idioma e integración en Alemania desaprobó el nivel B1 (alemán intermedio), de acuerdo con un estudio del 2020, difundido por la Oficina Federal de Migración y Refugiados de Alemania (BAMF).
El lingüista y psicólogo estadounidense Stephen Krashen, en su teoría del filtro-afectivo en el aprendizaje de idiomas, considera que el estado anímico y actitud de estudiante influyen positiva o negativamente en los procesos de adquisición de nuevas lenguas. En un estado emocional de estrés, los alumnos no responden al aprendizaje ni al objetivo de almacenar nueva información, y están más preocupados por su falta de comprensión de lo enseñado.
El Perú tampoco es ajeno a este tipo de experiencias. Muchos niños quechuahablantes han vivido situaciones de estrés y se han sentido discriminados en una escuela hispanohablante. Frente a este tipo de escenarios, la motivación, el entusiasmo y la tolerancia son absolutamente esenciales para que se produzca el aprendizaje efectivo.
Resulta necesaria la correcta evaluación a los maestros, clases y escuelas. Asimismo, una mejor capacitación al docente, para que este se enfoque también en las condiciones psicosociales de su alumnado. Uno de los objetivos de la educación es conocer, comprender y respetar las diferencias culturales, y si eso no se cumple, se seguirá fracasando en el desafío de ser una sociedad con mayor empatía.