— Redacción Diario El Pueblo —

El miércoles por la tarde, las dos Unidades de Gestión Educativa de la ciudad sacaron comunicados sobre la suspensión de las labores educativas, primero señalando que las labores eran normales y luego que se suspendían por la movilización; mientras que la Gerencia de Educación manifestaba que los “directores debían tomar la decisión”.

Se crearon muchas dudas entre los padres de familia, algunos alumnos no acudieron a sus colegios y otros sí, y tuvieron que retornar a sus casas. En los distritos algunas instituciones tuvieron labores normales.

“Eso no puede volver a ocurrir, es una completa irresponsabilidad por parte de las autoridades de Educación que simplemente no pueden lavarse las manos y decir que los directores de los colegios lo dispongan. No se tiene por qué estar jugando con los escolares y hacer que nuevamente pierdan labores”, manifestó el jefe de la oficina de la Defensoría del Pueblo en Arequipa, Ángel María Manrique.

Añadió que desde un principio los dirigentes de la FDTA y Construcción Civil habían asegurado que se trataba solo de una movilización, no de un paro, en el que no iban a participar los transportistas, entonces por qué se decidió suspender las labores educativas, cuestionó el funcionario.

“No es posible que luego de dos años en que los estudiantes han perdido labores por la pandemia de la COVID se estén dando este tipo de hechos tan irresponsables, generando dudas en la población y en otros prácticamente perder labores, porque no se pudieron conectar de manera virtual”, añadió.

Al parecer el gerente de Educación, Cesáreo Benavente hizo caso a la advertencia que realizó el dirigente de Sindicato de Docentes, Hamer Villena, recomendando a los padres de familia que no envíen a sus hijos a los planteles porque supuestamente los docentes iban a apoyar la movilización y se cayó en el error, además de generar dudas entre los padres de familia.

Las autoridades deben garantizar la continuidad del servicio educativo presencial cuando existan las condiciones adecuadas para salvaguardar la vida, la salud y la integridad de los estudiantes, del personal docente y de toda la comunidad educativa, asegurar el acceso a las clases presenciales y adoptar acciones para asegurar la disponibilidad de transporte urbano y rural seguro.

Priorizar las clases presenciales, por ser de importancia para el desarrollo integral de niñas, niños y adolescentes y monitorear que las unidades de gestión educativa local realicen una evaluación continua y objetiva de la realidad territorial, con la finalidad de que la adopción de medidas, como la suspensión de clases, sean excepcionales y debidamente justificadas.