Nuestros recuerdos siempre serán de alegría y aprendizaje
— Redacción Diario El Pueblo —
Por: Juan Manuel Zevallos Rodríguez
Yo, al igual que cada uno de ustedes, he tenido un padre o un maestro bueno que un día me enseñaron una verdad que permaneció durante muchos años en mi mente; esa verdad se refería al significado emocional de mis recuerdos, y ellos incidían en señalar que cada ser humano solo guarda en su memoria el grato recuerdo de las experiencias buenas y el dolor y la nostalgia de las que fueron experiencias malas.
HOY CONOCI EN EL MUNDO GENTE MARAVILLOSA
Psquiatra y Magíster en Salud Mental del Niño Adolescente y Familia
Muchos maestros buenos a lo largo de mi vida me dijeron que las experiencias malas siempre iban a ser más frecuentes que las buenas y que debía acostumbrarme a cargar mi cruz y a desarrollar mis actividades en este eterno valle de lágrimas.
Durante muchos años viví a la sombra de aquella verdad y por consiguiente edifiqué en mi memoria rascacielos llenos de pena, sufrimiento y dolor. Durante años pensé debía vivir con sufrimiento y acepta aquella supuesta realidad con resignación.
Hasta que llegó ese maravilloso día en el cual, gracias al profundo amor de mis padres y maestros maravillosos, descubrí una realidad que cambió mi ser para siempre: Descubrí que cada una de las experiencias que desarrollamos a lo largo de nuestra existencia no son buenas ni malas; descubrí que mi vida siempre había estado escrita con las mejores palabras y con las más hermosas historias; descubrí que cada momento de mi vida y que cada recuerdo que albergo en mi compleja memoria solo pueden ser descritos por dos palabras: alegría y aprendizaje. Descubrí que cada momento y/o experiencia de mi existir fue tallado en mi mente como un instante básico de aprendizaje, y descubrí que gracias a cada uno de esos momentos de aprendizaje puedo hoy experimentar cientos o miles de momentos de alegría.
Aquel día fue maravilloso. ¡Me reencontré! Me abracé, intensamente me abracé y en silencio reflexioné lo siguiente:
Nuestra mente esta tan llena de bondad que no puede permitir que destruyamos nuestra vida aceptando una propuesta equivocada de recuerdos buenos y malos, ¡NO!, nuestra mente es tan generosa que hoy nos regala la oportunidad de contemplar cada evento que hemos vivido bajo el cristal del aprendizaje y la alegría.
Cuando una persona asume que ha vivido experiencias malas, negativa o de dolor inmenso sufre constantemente, se deprime, tienen ansiedad, reacciona agresivamente consigo o con los demás. Pero en verdad nadie vive a diario experiencias malas, todos vivimos experiencias de aprendizaje, experiencias ciertamente difíciles de enfrentar cuando se viven, pero cuando se superan el aprendizaje de cada momento esculpido con dolor en el rostro es un bien invalorable para aquel que con constancia y dedicación dio todo de si para confrontarla.
Los momentos difíciles, complicados, adversos son aquellos que logran sacar de lo profundo de nuestro ser lo mejor que tenemos, son aquellas situaciones que generan un antes y un después en nuestra vida, son aquellos instantes que nos llevan a desarrollar tantas capacidades albergadas en nuestra mente. Y son aquellos momentos que los que aman la vida llaman oportunidades.
La vida de cada ser humano maravilloso está construida de cientos y miles de oportunidades; cada momento de nuestra existencia es un instante ideal para aprender a tener paciencia, tolerancia, empatía y solidaridad. Y cada oportunidad que nos da la vida nos permite desarrollar plenamente esas habilidades sociales.
Las personas buenas del mundo piensan que su vida está llena de problemas y de experiencias buenas y malas; los constructores de sueños en el mundo saben que su vida se basa en oportunidades y en experiencias de aprendizaje y alegría.
Hoy te pregunto: ¿eres un ser humano bueno o eres un constructor de sueños?
Cada ser maravilloso de este mundo sabe que detrás de cada momentos difícil o complicado de la vida hay un aprendizaje por trabajar y una capacidad por optimizar; y sabe que cada experiencia embetunada por dolor, malestar, tristeza o disgusto tiene dentro de sí más de un aprendizaje.
Todo ser humano maravilloso de este mundo sabe que una costumbre valiosa o importante en nuestra existencia es recordar constantemente cada momento complicado o difícil del existir con la finalidad de extraer un nuevo saber, conocimiento o aptitud necesaria para poder desarrollar de mejor manera nuestras actividades.
Si los padres y maestros buenos de nuestro mundo supieran en su corazón emocional que existe un pilar básico en el desarrollo socio emocional humano llamado “cada experiencia de mi vida solo ha sido escrito en base a la caricia de un aprendizaje o la entrega de una alegría”, de seguro compartirían plenamente cada momento de sus vidas con sus hijos y alumnos.
Me imagino un mundo en donde cada hijo y alumno maravilloso no tenga miedo alguno para enfrentar los desafíos de la vida. Me imagino a esos niños y alumnos maravillosos enfrentando con alegría y dedicación cada problema o desafío de la existencia. Me los imagino felices y satisfechos reconociendo que han dado lo mejor de sí y aceptando cada aprendizaje extraída en cada labor llevada a cabo. Y me los imagino más felices asumiendo que la vida siempre ha sido escrita con gotas de lluvia de aprendizaje y brisa marina de alegría.
DATO
Hoy es un hermoso día para ser padres y maestros maravillosos; hoy es un día invalorable para enseñarles a nuestros hijos y alumnos a amar cada experiencia que lleven a cabo. ¡Todas nuestras experiencias son maravillosas, todos nuestros recuerdos son únicos e invalorables, todos ellos están ahí para hacernos mejores en cada nuevo amanecer!