— Redacción Diario El Pueblo —

La exoneración del Impuesto General a las Ventas (IGV) repercutirá directamente en el comercio formal. Según el experto en economía y finanzas, Patricio Lewis, el panorama aún es incierto para la mayoría de mercados locales donde prolifera la informalidad hasta en un 64%. Resaltó que para reducir la crisis económica en el país se debe fomentar la inversión privada.

Por: Dany La Torre.

Como se recuerda, el Pleno del Congreso aprobó el proyecto para exonerar del IGV a algunos productos de la canasta básica familiar hasta diciembre de este año. De acuerdo al texto, la exoneración alcanza a la importación o venta interna de los alimentos como pollo, huevo, leche, harina de trigo, fideos, azúcar y productos cárnicos.

Para el especialista, la medida debió aplicarse desde iniciada la crisis internacional que influyó en la suba de commodities como el trigo, la soya y el petróleo. “El Gobierno ha esperado que estallen los conflictos sociales para recién preocuparse por la economía familiar, si bien el Gobierno no tiene como luchar contra los precios internacionales, si tiene herramientas para poder de cierta forma frenar el impacto, (por ejemplo) la exoneración del IGV ya era claro en otros países”, explicó.

INCERTIDUMBRE

Sin embargo, el ciudadano de a pie no percibiría un impacto total de la medida. El especialista detalló que la economía nacional alcanza el 70% de informalidad, mientras que, en Arequipa, la cifra oscila alrededor del 64%. “La informalidad está principalmente en los mercados, aquellos que van principalmente a mercados como el San Camilo, el mercado del Avelino o El Palomar, no piden boletas ni facturas y de cierta forma esa exoneración no la van a ver”, agregó.

Un producto exento ante la incierta coyuntura, es el pollo. De acuerdo al también docente de la Universidad Católica San Pablo (UCSP), las empresas abastecedoras de pollo en Arequipa se acogen, en su mayoría, a las ventas formales. Debido a ello, los mayoristas percibirían un ahorro entre 18% y 20%.

Otra arista por contrastar, recae en el impacto de la oferta y la demanda del mercado. “Si hay una demanda creciente del producto, es probable que el producto se mantenga en el mismo nivel y final se presentarían dos escenarios, el primero es que el minorista venda a un precio menor al cliente, que es lo que espera el Gobierno, el segundo es que el minorista gane más porque recibirá el producto a un precio menor y el podría mantenerlo al mismo nivel”, sostuvo.

MAS INVERSIÓN

Ante la coyuntura, el experto refirió que la solución más efectiva a la crisis económica que afronta el país es fomentar el ingreso de inversión privada. Para Lewis, la suba del precio de los minerales (de hasta un 30% en el Perú) representa una oportunidad para la inyección de más inversión privada, así como el aumento de las exportaciones.

“Incluso se abrirían mayores oportunidades de trabajo para que la gente afronte el periodo inflacionario, pero el Gobierno no parece tener un rumbo económico claro y por eso los inversionistas optaron por no invertir en el Perú, eso hace que se agrave la crisis”, dijo.

Del mismo modo, detalló que el control de precios en los productos de la canasta básica familiar no menguaría la crisis, sino por el contrario, la gravaría. “(Por ejemplo) un control de precios no sería positivo para el país, los productores no lo podrían enfrentar, se generaría un desabastecimiento o la aparición de mercados negros donde se generan largas colas y con productos de precios inflados”, agregó.