El culto libre
Por: Carlos Meneses
“Es una buena idea permitir el aforo completo de los templos y solo recomendar prudencia para evitar aglomeraciones peligrosas”.
En coincidencia con la Semana Santa desde hoy será posible que en los templos se pueda tener un aforo del 100 por ciento, como no ocurrió en el inicio de la epidemia del coronavirus en todo el país desde marzo del 2020. Será la oportunidad de reencontrar las mejores tradiciones cristianas con poblaciones que en su mayoría hacen práctica de creencias religiosas y de consuelo a pesares que podrían tener solución en lo sobrenatural.
Extraña la decisión de la Iglesia peruana de no haber conseguido que el Estado diera la facilidad de participar de demostraciones como los Vía Crucis y las procesiones que promovían, también, el turismo de quienes venían a participar de la solemnidad de la pasión de Cristo.
Desde que se inició la epidemia y se conocieron las desventajas de un contagio frecuente entre la población que acudía a aglomeraciones, estuvimos de acuerdo en que era conveniente que la oración individual con Dios fuera el mejor uso que podría darse a los religiosos en tales malos tiempos.
Pero ahora estamos terminando la tercera ola y tenemos un índice de vacunación adecuado para permitirnos el derecho de dejar que la gente pueda congregarse en los templos y participar también de espectáculos, así como de reuniones que guarden límites prudentes para no exponerse a la posibilidad de nuevas olas del Covid-19.
En todo caso, ya es posible acudir a las iglesias como antes, también pedir la ayuda divina para que cesen los males y ser fieles a los llamados a la solidaridad, a la fraternidad que siempre tuvimos los nacidos en el nuevo mundo que aprendimos de las enseñanzas que nos trajeron la cruz y los mensajes de Jesús.