El caso Fujimori
Por: Carlos Meneses
“Lo mejor en el caso Fujimori es tramitar un indulto nuevo, antes que pretender resucitar el que dio el presidente PPK”.
Es opinión mayoritaria que fue un error del Tribunal Constitucional (TC) aprobar en mayoría que se pusiera en libertad al presidente preso Alberto Fujimori, tal como enmendó plana la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH).
Los requisitos exigidos que son fundamentales para que, de solicitarlo los familiares del presidente en mal estado de salud, son se compruebe mediante estudios médicos suficientemente válidos que se encuentra en riesgo su vida, que pida perdón por los errores cometidos durante su gobierno y el pago, por lo menos, en parte la reparación civil que se le impuso.
En otras palabras, no hay que insistir en hablar de algo que se indultó en condiciones que no eran normales y que la Corte IDH ha ordenado no se ejecute. Además, entre el año 2018 en que se produjo el indulto y el presente, muchas cosas pueden haber pasado haciendo diferente lo habido con lo que hay ahora. Un nuevo planteamiento sobre el tema si puede ser propuesto y el gobierno del Perú deberá estudiar la situación realmente critica del detenido para que sea confiado al cuidado de su familia y al tratamiento clínico correspondiente.
En el Perú no debe repetirse el caso Leguía, pero la situación del fallecido presidente del Oncenio no es igual al del señor Fujimori quien en este momento goza de las garantías necesarias de atención médica en el lugar donde ha sido y está cumpliendo condena. Diferente fue la dolorosa agonía y muerte de Leguía abandonado totalmente y sin auxilio médico cuando lo requería.
Un reestudio del caso es necesario, así como también ajustarse estrictamente a las normas de los procesos que aún se le siguen a Fujimori y que podrían tener consecuencias en las decisiones finales que se adopten sobre él.