Por: Carlos Meneses

“Toda pretensión en contrario de lo lógico resulta inaceptable y así debe hablarse cuando se trata con el Frente de Defensa de Caylloma que está liderado por gente que se ha equivocado en su planteamiento”.

El consorcio Cobra tiene una respuesta que dar al Gobierno Regional de Arequipa y definir cuál será la posición que asuma, con respecto a una decidida aprobación por el Estado peruano a través del organismo que debe firmar un arreglo sobre la adenda 13.

Esto ha dado lugar a que se vuelva a entrampar el problema de Majes II, cuando el Frente de Defensa de la provincia de Caylloma amenaza con un paro indefinido demandando que sea confiada casi el 30 por ciento de las 38 mil hectáreas del proyecto a favor de la población cayllomina.

Sería imposible la aceptación de lo pedido, pues no podría funcionar lo planificado si la tercera parte del todo de lo que es Majes II va a dar a manos de quienes no tienen la posibilidad verdadera de comprar tierras y pagar agua, obligaciones que permitirán al Estado recuperar el total de la inversión en Majes. La idea de los cayllominos no puede funcionar en un plano de realidades.

Estamos de acuerdo en que se puede impulsar la asociación de capitales para convertir en empresas rentables las tierras de Majes, pero es absurdo que se pretenda repetir la experiencia de Majes I que fue de pequeñas parcelas de 5 hectáreas que a la postre se dividen entre los herederos de los compradores tornándolas tecnológicamente inadecuadas para la agro exportación y el desarrollo de una agricultura moderna.

No hay necesidad siquiera de discutir este tema. Es imposible que se pueda tratar lo que no se puede arreglar, en tal sentido la posición del gobierno regional debe ser terminante y definitiva.