La situación de los albergues
Por: Carlos Meneses
“El manejo de los albergues para niños debe ser investigado por el gobierno y las municipalidades”.
Los albergues para niños se encuentran en una situación deplorable. No hay quién vigile su correcto uso, confiados por ahora a gente que no tiene las condiciones mínimas de preparación ni la vigilancia suficiente sobre ellos.
El dramático caso que se ha revelado en el Hogar Clínica San Juan de Dios, lugar al que fue conducido un menor ultrajado en esta clase de establecimiento particular ha descubierto, descarnadamente, la ausencia absoluta de control de parte de los ministerios correspondientes o de la justicia que debiera vigilar su funcionamiento.
Es necesario preguntarse, además, cómo funcionan, qué autorizaciones tienen, qué revisiones periódicas se realizan y quién la hace. Resulta que a tales albergues se envían niños en condición de abandonado por parte de autoridades de justicia que seguramente desconocen quiénes administran estos refugios infantiles y en qué condiciones viven.
Hay solo 4 albergues estatales reconocidos. Los demás funcionan con todos los permisos. Quién cuida de los niños que están en ellos y solamente se conoce de su realidad cuando llegan al borde de la muerte a una clínica infantil víctimas de ultraje y probablemente también de hambre y de mal vestir.
Una labor de prevención y vigilancia estrecha para averiguar quiénes se benefician con la pobreza y con el abandono, es indispensable.
Lo inaceptable es que esta situación exista, mucho más que no tenga solución a la vista. Ya sabemos que habrá buenos entre los malos y en eso queremos resaltar la tarea fecunda de los Círculos Católicos de Arequipa que con el liderazgo de padre Carlos Pozzo pusieron en marcha albergues donde no han ocurrido los hechos anotados, quienes merecen respeto, consideración tal y como la recibe CIRCA por la educación brindada.