Por: Carlos Meneses

“La pelea política no puede continuar en los niveles que hemos alcanzado. Es necesario pensar en los asuntos que están pendientes y en la urgencia de los mismos para darles la preferencia que merecen”.

Con los Consejos Descentralizados de Ministros que inició el gobierno de Pedro Castillo era de esperarse la reacción del Congreso de la República cuya presidenta, la parlamentaria de Acción Popular, María del Carmen Alva ha comenzado hacer visitas a las provincias en competencia con las reuniones ministeriales en las que son evidentes las limitaciones al ingreso a solo militantes de Perú Libre.

Inicialmente, la señora Alva ha encontrado un problema que no tiene Pedro Castillo ni tampoco el presidente del Consejo de Ministros y es un estado de salud inadecuado para confrontar los problemas de altura como le ha ocurrido a ella en Huancavelica.

Lo cierto es que ninguna de las dos formas elegidas por los participantes en esta competencia es útiles para la República. Nadie sabe si de los debates descentralizados del gabinete se están llevando las actas que corresponden mucho menos se conoce cuáles son los asuntos que se tratan en tales reuniones y que debieran interesar a todo el país, asimismo darse cuenta de lo tratado para que la ciudadanía en general los conozca al detalle y no como ahora en que se han convertido en un ataque mutuo y permanente entre los dos poderes del Estado.

De una vez por todas, hay que poner punto final a esta forma de defender puntos de vista ante la ciudadanía, peor aún se están descuidado problemas importantes y de interés para todos, para dar paso a un diálogo de sordos entre quienes quieren imponer su voluntad sobre otros e incluso amenazan con llegar a la violencia para lograr objetivos planteados como la Asamblea Constituyente.

Todo tiene su momento y su oportunidad. La demanda común es que dejen de pelear, se pongan de acuerdo para que los ministros cumplan con sus obligaciones y termine la política de los copamientos en uno u otro poder del Estado.