Por: Andrés Velarde Talleri

La investigación muestra que actualmente los estudiantes con habilidades técnicas digitales tienen mayores oportunidades de empleo y opciones de trabajo con mayores sueldos. Según el Foro Económico Mundial, el 92% de las empresas está acelerando la digitalización de sus procesos de trabajo y más del 90% está adoptando tecnologías como la inteligencia artificial (IA), el análisis de big data y la computación en la nube.

En América Latina, el estudio Perspectivas LATAM 2022 señala que los perfiles de tecnología más demandados para el presente año serán los puestos relacionados al business intelligence con un 54.2%, seguido de un 49.7% en ciberseguridad y 44.4% en big data, entre otros similares.

Si dirigimos la mirada a nuestra realidad, el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo precisa que el 28.1% de adultos no tuvo la oportunidad de acceder a un empleo o ascender por falta de competencias informáticas; y de ese grupo el porcentaje mayor corresponde a las personas de bajo nivel educativo (47.1%), hombres (29.4%) y adultos mayores de 30 años (29.2%). Comparado con los países seleccionados de América Latina, el Perú tiene mayor proporción de personas que no lograron acceder a un empleo debido a la brecha de habilidades informáticas. Esto, en un contexto en el que más de 6 millones de peruanos perdieron su empleo durante el primer semestre del 2021.

Queda claro, entonces, que las habilidades técnicas son fundamentales; sin embargo, la transformación acelerada de las empresas –entornos de trabajo remoto e híbrido incluidos– demanda un nivel de adaptación y flexibilidad que solo un enfoque centrado en las relaciones humanas puede proveer: es aquí donde los empleadores dan prioridad a habilidades blandas como liderazgo, negociación, comunicación, resiliencia y trabajo colaborativo. Solo como muestra, la lista de Forbes acerca de las mejores habilidades blandas para una realidad poscovid-19 incluye a estas dos últimas.

De acuerdo con el Ranking Mundial de Universidades QS 2022, a medida que el mundo se recupera del impacto de la pandemia por el covid-19, podría decirse que la importancia de graduarse con las habilidades y cualidades requeridas por los empleadores actuales nunca ha sido mayor. Ellos quieren estar seguros de que sus colaboradores pueden ser flexibles al momento de enfrentar cambios inesperados; en consecuencia, son las universidades las llamadas a demostrar su capacidad para producir graduados con las habilidades blandas y técnicas requeridas para el lugar de trabajo moderno.

Por ello, siempre ateniéndonos al contexto y a la fuerte competencia en el mercado laboral de todo el mundo, los postulantes y estudiantes deben evaluar con seriedad cómo su universidad ha incorporado a su propuesta formativa el desarrollo de estos conocimientos y la construcción del nuevo perfil profesional, necesarios para estos nuevos tiempos. Una formación que tome a las habilidades técnicas y blandas en sus reales dimensiones acercará al egresado a empleos de distinta naturaleza, bajo estándares globales de empleabilidad.