Por: Roxana Ortiz A.

Trabajo que no realizaron en más de tres años en Arequipa. Ayer se inició la verificación de la cantidad y calidad del combustible que se vende en los grifos de Arequipa. Los funcionarios del gobierno, presididos por el Viceministro de Transporte, Luis Rivera, decidieron iniciar esta verificación en el grifo de propiedad del dirigente de transportista de carga pesada, Magno Salas, quien se mostraba reacio a aceptar las propuestas ofrecidas para terminar con la paralización.

La mesa de trabajo se suspendió el miércoles a altas horas de la noche, citándolos para ayer a las 9 y 30 de la mañana; pero los transportistas llegaron una hora más tarde y es cuando se decidió hacer el operativo, junto con trabajadores de la Oficina de Supervisión de la Inversión en Energía (Osinergmin), en cuyo local se sigue trabajado de manera virtual; también con la participación de Indecopi.

Quien supervisaba la intervención, fue el Prefecto Yeremi Torres y el subprefecto Juan Carlos Jaquegua, quienes a pesar que aseguraban se había elegido un estación de servicio al azar; para los transportistas la intervención fue a propósito buscando encontrar alguna irregularidad que pueda de alguna manera afectar al dirigente gremial.

Lo cierto es que, según el Prefecto regional, con esta intervención se iniciarán una serie de trabajos en los diversos grifos de la ciudad, pues no son pocas las quejas que se ha tenido, de conductores que dicen haber sido afectados al venderles menor cantidad de combustible por el que pagaron; otros señalan que extrañamente compran la misma cantidad en un grifo, pero les dura menos que el que echan en otro; también se ha dado el cas que al llenar el tanque de combustible, con el precio que aparece en los carteles, cuando ven la boleta tiene otro más elevado.

“Todos los conductores que tienen dudas sobre la cantidad del combustible que reciben, tienen todo el derecho de pedir al propietario del grifo o a los trabajadores que se verifique que en verdad le están dando la cantidad exacta, para ello cada grifo tiene la obligación de tener un medidor, que se llama “serafín” con capacidad para 5 galones, con el cual podrán comprobar si hay una adulteración o no en la cantidad.

En este grifo también se sacó muestras de cada uno de los tipos de combustible, para determinar en un laboratorio si es que el octanaje con el que se vende es el que contiene, análisis cuyos resultados se conocerán en algunos días.