Por: Roxana Ortiz A.

Son 201 años los cumplidos por el Perú, luego de lograr su independencia y para el historiador y sociólogo, Jorge Bedregal La Vera; para construir en el futuro una nación democrática, inclusiva, orgullosa de su diversidad, es necesario no solo traer a la memoria lo que por años se ha repetido, sino todo aquello que quedó invisibilizado, silenciado y olvidado.

“La historia que no incomoda, no es historia”, señaló el docente universitario, agregando que la historia no es una simple narración literaria, de fechas, de héroes, de gobernantes y que muchas veces puede sonar hasta aburrida; sino que detrás de todo lo que se conoce y lo que se ha ido narrando de generación en generación, hay mucho más por descubrir y que podría ayudar a tener una mejor sociedad, democrática y pacífica.

“La narrativa de la independencia se formuló con una sucesión de hechos donde Lima, la costa, los criollos, lo urbanos, lo letrado, lo militar, lo católico, lo masculino; jugaban el rol principal y de esa manera se invisibilizaba la participación los campesinos, las mujeres y otras personas que también tuvieron una activa participación en todo ese proceso”, agregó.

Indicó que a mitad del siglo XX, los historiadores recién han comenzado a descubrir que la participación en las guerras de la independencia fue mucho más grande de lo que se pensaba y mucho más diverso. Por años hubo una tendencia a elegir momentos específicos para contar y de esa manera desaparecieron escenarios claves teniendo una visión superficial; glorificando personajes, desfigurando a otros. Bolívar no era todo lo liberal que se pensaba y San Martín no era todo lo conservador que muchos quisieran creer, agregó ante los invitados a la sesión solemne por el aniversario patrio.

“En medio de esta historia oficial llena de vacíos, ausencias, además de medias verdades y mentiras flagrantes, se ha olvidado el objetivo central de los independentistas, que era consolidar el poder político de una nación que recién estaba surgiendo. La idea era construir una república donde los ciudadanos gocen de sus derechos, los conozcan y los defiendan y ese fue el sueño de San Martín cuando declaró la Independencia, eliminando las castas, títulos, jerarquías, porque en el Perú solo había peruanos.

Continuó: “Recién estamos comprendiendo la riqueza que tiene el hecho de vivir en uno de los países más diversos del orbe, multiétnico, multiconfesional, multilingüístico y la idea es que esa historia cómplice de exclusiones y olvidos se convierta en una herramienta poderosa para terminar de conformarnos como una nación democrática, inclusiva y orgullosa de su diversidad y con un futuro posible”, augura Bedregal La Vera.