Por: Carlos Meneses

“En el diálogo que se debe iniciar mañana entre Castillo y el presidente del Congreso debe hablarse y sin temores de una renovación del gabinete ministerial”.

Hay que admitir que va a ser difícil, especialmente, para el presidente Castillo que con el actual gabinete puedan encontrarse soluciones a los grandes problemas nacionales que se advierten en asuntos tales como: la importación de fertilizantes para no disminuir la producción agrícola nacional y la renuncia del ministro de Relaciones Exteriores que discrepaba de los lineamientos políticos del propio jefe de Estado, evidenciando debilidad en una necesaria unidad de pensamiento y de acción del poder Ejecutivo.

El presidente del Consejo de Ministros, Aníbal Torres, es otro elemento que debe ser remplazado por quien no tenga el mismo carácter confrontacional que tiene quien ya renunció al cargo, pero que el mandatario se negó a aceptar.

Una modificación de la forma de hablar y de hacer es necesaria. Nadie pretende sometimientos de un poder sobre otro sino un diálogo constante, eficaz y constructivo para atender los problemas grandes que tiene la República.

El señor primer ministro ha cumplido su tarea de lealtad para con el jefe de Estado, pero no debe ir mas allá en el tiempo que acompañe al presidente Castillo y debe ser renovada la confianza ante un cambio como el que parece avecinarse en el Perú.

Hay que dar vuelta a la página que nos ha causado angustia y ha profundizado las diferencias en lugar de disminuirlas. Esa sería suficiente causa como también será necesario hacer reajustes en lo que ande mal en el quehacer ministerial de manera tal que las tensiones internas disminuyan y la unidad de todos los peruanos se confirme y acreciente.