“Obras paralizadas frenan crecimiento a largo plazo de la región Arequipa”

En Arequipa existen numerosas obras paralizadas en los tres niveles de gobierno. Esta coyuntura se debe principalmente a la falta de capacidad técnica en las autoridades y funcionarios públicos; así como los lamentables actos de corrupción en las instituciones públicas. Este último, ha generado perjuicios que alcanzan cerca del 20% del presupuesto público de la región. De acuerdo a la Contraloría General de la República, hay 94 obras paralizadas por un costo estimado de más de 3 mil 100 millones de soles en Arequipa, dicha coyuntura frena parte del desarrollo regional y demandan nuevas acciones de control.

El director ejecutivo de Videnza Instituto y ex titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), Luis Miguel Castilla, señala que el principal reto de las nuevas autoridades de Arequipa para el periodo 2023-2026, se enfoca en la priorización técnica y transparente para destrabar estas obras, además de asegurar nuevas inversiones públicas responsablemente.

Por: Dany La Torre

¿Cómo evalúa usted la gestión de los recursos públicos en el país?

El país está pasando por un momento en el que las autoridades de los tres niveles de gobierno, no han logrado ejecutar plenamente los presupuestos de inversión pública. Los gobiernos regionales y locales han sido más eficientes que el Gobierno nacional, pero a esto se suma que la usual ineficiencia en la ejecución del presupuesto de inversión pública, se encuentra una acumulación de obras paralizadas que reporta la Contraloría cada trimestre. El último reporte que salió muestra que hay cerca de 3 mil obras paralizadas a nivel nacional que suman 30 mil millones de soles de obras paralizadas por distintos motivos. Muchos tienen bastantes años paralizados, algunos más de 10 y esto se encuentra tanto a nivel del Gobierno nacional como de Gobiernos regionales y locales. En el caso puntual de Arequipa, según información revelada por la Contraloría, hay 94 obras paralizadas por un costo estimado de más de 3 mil 100 millones de soles. Dentro de estos proyectos, si uno destaca cuáles son los 10 principales, suman alrededor del 25% del total de este monto de más de 3 mil millones. Vemos que hay proyectos que competen a los tres niveles de gobierno (nacional, regional y local).

¿Cuál es la principal razón de esta paralización de obras en Arequipa?

La principal razón de esta paralización de estos proyectos está vinculada al incumplimiento contractual de parte de la autoridad regional, nacional o local. El incumplimiento se puede deber a distintos motivos, dentro de los cuales destacan el tener incumplimientos de los compromisos a los cuales se suscribió la autoridad contratante en cualquiera de los tres niveles de gobierno. El otro motivo es el hecho de que los proyectos licitados hayan tenido proyectos deficientes en segundo lugar o que no se hayan podido dar a tiempo porque no hubo un saneamiento físico legal del terreno donde se construía el terreno de una determinada obra o había interferencias que han impedido que las obras continúen y que han desatado una serie de arbitrajes en muchos casos. Por ejemplo, en Arequipa, la principal obra paralizada es responsabilidad del Gobierno Regional de Arequipa. Se trata del ‘Mejoramiento del servicio de un eje de integración vial norte que une Yura y Cerró Colorado’, a eso se suma la construcción de un puente vehicular en el distrito de Cerro Colorado». Estos proyectos suman alrededor de 289 millones de soles y la razón es el incumplimiento contractual.

¿Qué retos le espera a la nueva autoridad regional de Arequipa?

Cuando la autoridad regional asuma la responsabilidad con Arequipa, no solamente tiene que asegurar que haya el financiamiento para las obras, sino asegurar que haya la factibilidad y expedientes técnicos viables para recibir el financiamiento, sino que también debe ver por una serie de obras que están paralizadas. En algunos casos no es su responsabilidad, pero finalmente es en el territorio donde los ciudadanos arequipeños no están recibiendo los servicios de salud o el servicio de transporte, ese es un problema que se está incubando y se da cada vez más fuerte en el país. Creo que antes de plantear nuevos proyectos, se tiene que tener una estrategia muy clara de abordaje para cada uno de estos proyectos que tienen una problemática muy distinta y cuyos montos son muy importantes. En el transcurso del caso, se tiene que revisar los que ya tienen marco presupuestal pero que lamentablemente son recursos que están ‘empozados’ y paralizados por los motivos que ya he descrito.

¿En cuál de los tres niveles de gobierno se halla más responsabilidad?

Si uno lo ve por el monto del proyecto y obviamente hay en el caso de Arequipa hay 94 obras, pero vemos que hay una responsabilidad compartida donde los tres niveles de gobierno. Un monto mayor es del Gobierno regional y nacional, pero también hay muchísimos proyectos pequeños alrededor de los municipios que están paralizados. En este último caso, responde a la falta de financiamiento o falta de liquidez; en unos u otros municipios han identificado eso, entonces es una mezcla de responsabilidad de los tres niveles de Gobierno, no sólo de uno en particular, pero por monto, el Gobierno Regional de Arequipa tiene una mayor responsabilidad porque tiene el proyecto más importante valorizado en un monto de casi 300 millones de soles. Esto es 10% del monto total de obras que están paralizadas en esta región.

En este diagnóstico, hay un problema de articulación en los niveles de Gobierno, ¿qué acciones se requiere para cambiar esta perspectiva?

Creo que el problema principal radica en las capacidades técnicas de las autoridades y los equipos técnicos que los acompañan. Esto refleja el apuro de licitar proyectos que no tienen expedientes técnicos suficientemente sólidos o que se adelantan en el compromiso y la certeza de poder cumplirlos. Uno de los problemas centrales, por ejemplo, es la falta del saneamiento de los predios donde se hacen las obras. Eso es responsabilidad del concedente (ministerio o gobierno regional) que contrata estos proyectos. Esta es una causal para que el contratista privado demore en concluir la obra. Otra razón tiene que ver con interferencias. Cuando se tienen que hacer pasos a desnivel, túneles y en algún tipo de infraestructura se topan con interferencias de interconexión de gas, electricidad o agua. Eso también interrumpe la construcción. Finalmente, otro escollo tiene que ver con la falta de aseguramiento de Certificados de Inexistencia de Restos Arqueológicos (CIRA) que remite el Ministerio de Cultura, si no hay esa certificación, no se puede construir una determinada infraestructura, para lidiar con ello se requiere de un buen equipo técnico.

Otro tipo de razones están en el fondo de estos retrasos, tiene que ver con la corrupción y la inconducta funcional; lamentablemente son problemas centrales por su alta incidencia. En el caso de Arequipa, por ejemplo, existe un perjuicio por actos de corrupción que alcanza casi el 20% del presupuesto público de la región y esto es más que el promedio nacional que es de 15%. Lamentablemente desde el gobierno regional anterior y muchas otras autoridades han acabado con procesos o presos, las investigaciones son por corrupción de funcionarios. Entonces no sólo se debe asegurar la gestión eficaz y eficiente técnica; sino también debemos asegurarnos que haya integridad en el manejo de recursos públicos, un flagelo que lamentablemente se agudizó en los tres niveles de gobierno.

Para evitar este tipo de hechos de corrupción y deficiencia técnica, ¿qué medidas se pueden adoptar en el corto plazo?

Creo que la principal es asegurar la idoneidad de los nombramientos. El nuevo gobernador de Arequipa (Rohel Sánchez) tiene credenciales sólidas y técnicas, su paso por la rectoría de la UNSA, le permite reclutar a cuadros con experiencia y conocimiento, esto es muy importante. Incluso tener el acompañamiento de la Autoridad Nacional del Servicio Civil (Servir) con gerentes públicos y propiciar eventualmente la entrada de los funcionarios de la gobernación ‘al régimen del servicio civil’, sin duda ayudaría a evitar este tipo de problemas.

Lo segundo tiene que ver con un acompañamiento de la Contraloría, no sólo con un control concurrente y vale decir que no solamente audita obras de manera ‘ex post’, sino que, lo hace desde la misma licitación hacia adelante, también hay un acompañamiento de los auditores de la Oficina de Control Interno (OCI) sin que esto signifique un retraso y sin que invadan las competencias del ejecutor de la obra. A veces la Contraloría no puede estar en todas partes por falta de recursos, pero creo que en zonas que tienen muchos recursos por canon como es el caso de Arequipa, sería fundamental asegurar que este inicio de gestión parta por asegurar este tipo de acompañamiento. Lo tercero es darle continuidad a las obras que se iniciaron en la gestión previa. Aquellos que están paralizados, debe tener un tratamiento específico para evitar retrasos porque esto puede afectar la percepción en servicios de la población.

¿Cómo impacta tener tantas obras paralizadas en el crecimiento del PBI de Arequipa?

Se requieren activar todos los motores de crecimiento y el hecho de que Arequipa tenga obras inconclusas u obras que todavía no se hayan dado, deja de movilizar recursos en el corto plazo a sectores como construcción, que es uno de los más importantes. Eso no ayuda a mitigar cualquier caída en el gasto privado, pero la afectación es en el mediano plazo. No tener una infraestructura de calidad, reduce la productividad, genera una serie de ineficiencias, costos que restan competitividad a la región y hacen que, en lugar de crecer a un determinado nivel, se tengan atrasos y se crezca con menor ritmo. Con esto también se afecta el crecimiento a largo plazo. Tenemos un serio problema de interconexión y de problemas logísticos que son elevados principalmente en el interior del país. Tener estas ineficiencias en las contrataciones a nivel del país, le restan 2 puntos del PBI en ineficiencia en materia de contrataciones o proyectos paralizados. A esto se le suma el hecho que hay recursos que suman el 15% de presupuesto que se pierde en corrupción. En general, eso podría ser mucho más, en Arequipa es del 20%. Yo diría que, sin esas problemáticas, se podría estar creciendo fácilmente a un 20% o 25% más en la región. Obviamente que estos sectores como el minero, agrícola y servicios son fundamentales, pero hablando estrictamente en el sector de obras públicas, sería más o menos el estimado que se manejaría a nivel nacional y Arequipa estaría en esos promedios.

Ingresan nuevas autoridades para el 2023. En el Gobierno Regional de Arequipa (GRA) se tiene a Rohel Sánchez y en la Municipalidad Provincial de Arequipa está Víctor Hugo Rivera, ¿qué expectativas tiene de ambas autoridades?

Veo el panorama con mucho optimismo. De hecho, con el doctor Rohel Sánchez vemos que tiene un equipo técnico sólido que lo acompaña, una visión pragmática y un plan de gobierno bastante explícito en detalles. Ahora le va a tocar el aterrizaje y yo creo que el hecho que haya sido elegido en primera vuelta y que tenga las credenciales profesionales que tiene y que este convocando a distintos grupos además de su posición ideológica o política, es muy positivo. Yo tengo mucho optimismo y son muchas expectativas positivas respecto al nuevo gobernador. De hecho, vamos a estar acompañándolo en este nuevo proceso, siendo una de las primeras prioridades destrabar obras en la región y utilizando el conocimiento que Videnza Instituto y mi persona tiene y el compromiso que tiene con Arequipa.

Al alcalde provincial no lo conozco, pero creo que es importante articular esfuerzos con todas las autoridades electas porque la población exige obras, trabajo y menos diatribas y conflictos, Arequipa tiene el potencial de cerrar brechas y avanzar en un shock de inversión y gestión pública que es lo que tanto se requiere en el país. Veo con ojos positivos la elección de estas autoridades.

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