Por: Miguel Gerardo Inga Arias

La educación, por ser un proceso de interacción humana, requiere observar y compartir información objetiva, relevante y clara, a partir de la cual los educadores promueven estrategias para promover conocimientos significativos. Por ello, si queremos una educación de calidad, no solo es tarea de los profesores: implica responsabilidad de cada ciudadano y de las diferentes organizaciones que constituyen nuestra patria. Comprometerse con la educación ciudadana es querer al Perú.

El proceso independentista de la segunda década del siglo XIX representó una oportunidad histórica de fundar una República soberana y democrática que permitiera confluir los sueños libertarios de todos los peruanos, de ese “Perú profundo” y “de todas las sangres”, como diría José María Arguedas. En esa dirección se funda El Peruano (inicialmente con el nombre de El Peruano Independiente) el sábado 22 de octubre de 1825 por parte del general Simón Bolívar para dar a conocer las ideas libertarias; así como las normas legales que iban configurando el nuevo pacto social de un país que empezaba a escribir su historia republicana.

El Peruano, a pesar de las vicisitudes políticas de “un país adolescente”, como diría el maestro Luis Alberto Sánchez, ha sabido mantenerse incólume por el esfuerzo y profesionalismo de destacados periodistas y trabajadores de los diferentes rubros del diario; igualmente de directores como Manuel Atanasio Fuentes, escritor conocido como El Murciélago; Pedro Paulet, científico; Abraham Valdelomar, poeta y narrador; y Abelardo Gamarra, escritor y periodista conocido como El Tunante.

Debemos resaltar que desde mayo de 1826 el Gobierno lo declaró como diario oficial y mandó que los avisos y documentos relativos a la administración pública se publicaran en él. En consecuencia, a través de sus páginas encontramos una fuente invaluable para conocer nuestra historia y, por consiguiente, referencia necesaria que debe estar al alcance de todas nuestras instituciones educativas, cualquiera sea su nivel o modalidad, a lo largo y ancho de nuestro Perú; así como su versión digitalizada y virtual en las bibliotecas del país.

En este aniversario, creemos que el mejor homenaje que podemos darle a El Peruano es celebrar su condición de patrimonio nacional y, por supuesto, levantar las banderas de la defensa de la libertad de prensa y de información como derechos fundamentales de toda sociedad que se precie de democrática. Los autoritarismos y dictaduras atentan contra el periodismo y tienden a generalizar los yerros y gazapos de unos cuantos para perseguir periodistas y medios de comunicación.

Finalmente, construir peruanidad es construir ciudadanía, que es el ejercicio de nuestros derechos con responsabilidad; por ello, el Proyecto Educativo Nacional (PEN) al 2036 postula “el reto de la ciudadanía plena” y está en concordancia con el último informe de la Unesco denominado Reimaginar juntos nuestros futuros: un nuevo contrato social para la educación. En esa línea, El Peruano nos informa, entretiene y educa, contribuyendo a ser mejores ciudadanos y, por consiguiente, mejores peruanos.

¡Salud!