Hay que recibir bien a la misión OEA
Por: Carlos Meneses
“Los peruanos debemos colaborar en el empeño de devolver paz al interior del país y no dificultar la tarea de la misión interamericana”.
Después del resultado de las elecciones brasileñas es de suponer que la preocupación de la Organización de los Estados Americanos (OEA) provoque un interés especial de América para que los problemas políticos peruanos sean superados en un clima de diálogo y de concertación de voluntades.
El deseo citado no solo corresponde al gobierno que solicitó la aplicación en Perú de la Carta Democrática de América sino también de quienes quieren esclarecer y sancionar a la brevedad posible la corrupción que se registra en el país.
Es necesario que los cancilleres y vice cancilleres que integran la delegación visitante tengan la oportunidad de esclarecer el problema peruano, formular recomendaciones que se ajusten a realidad y al empeño que tienen todos los países de combatir actos de corrupción que han malogrado su economía y perjudicado a quienes quieren que los regímenes de turno sean respetuosos de la cosa pública y del manejo adecuado de las inversiones fiscales.
La misión de la OEA tendrá relativamente poco tiempo para poner en orden las cosas y realizar sugerencias válidas. Para ello el gobierno que solicitó la intervención debe hacer todo lo posible y necesario para que los comisionados que están dejando de cumplir los cargos en sus respectivas naciones puedan dar por terminada su tarea en forma exitosa y satisfactoria sobre todo para los peruanos que los llamaron a ayudarnos.
La misión de la OEA debe terminar, como lo deseamos todos, en forma adecuada a los que son los intereses nacionales y los que espera América del trabajo del grupo selecto de personajes escogidos.