Por: Carlos Meneses

“El proceso de transferencia debe ser transparente y categórico para que quienes asumirán funciones desde el 1 de enero de 2023, tengan la plena libertad para contratar gente y no tener mochila pesada que deje el anterior gobernador o alcalde”.

Por extraña razón que no nos alcanzamos a explicar no ha sido proclamado aún el gobernador regional de Arequipa elegido, el 2 de octubre, por el 38 por ciento de los ciudadanos que depositaron su voto para honrarlo con el cargo. Eso está demorando o ya ha significado una tardanza incomprensible en el quehacer de quien obtuvo votación suficiente.

Esta urgencia, a la que hacemos referencia, tiene mucho que ver con la necesidad de un proceso de transferencia que debe ser inmediatamente iniciado, especialmente, en todo lo que se refiere a la marcha de cambio de la administración de Elmer Cáceres Llica y de la sucesora gobernadora interina, Kimmerlee Gutiérrez Canahuire.

Mientras tanto la señorita Gutiérrez está haciendo de las suyas realizando concursos de provisión de plazas, manteniendo a personajes de su administración como el responsable de AUTODEMA y de la región de Salud. Esto induce a sospechar que de lo que se trata es de aprovechar los días que faltan para iniciar el proceso de cambio y colocar empleados públicos nuevos en las administraciones que terminan.

Se sabe que el Dr. Rohel Sánchez Sánchez ya tiene dispuesto quienes se encargarán, en su representación, del proceso de cambio. Las informaciones indican que también hay aires semejantes, a los del gobierno regional, en la Municipalidad Provincial de Arequipa.

Y es bueno de advertir a quienes manejan los dos organismos para que se apresuren a conversar con los que recibirán los cargos, para formular como primera recomendación que no se mueva nada sin el conocimiento de los que asumirán responsabilidades dentro de mes y medio.