La educación olvidada
Por: Ernesto Cavassa
Uno de cada cuatro compatriotas no ha logrado culminar su educación básica. Esto significa que el 26% de la población no tiene una certificación que le permita un trabajo adecuado.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Hogares (Enaho) del 2021, los jóvenes y adultos con necesidades educativas fue de 8 millones 264,547 personas. Ese año solo se atendieron 209,198. La pandemia ha agudizado la situación: los adolescentes que dejaron el sistema han pasado a engrosar este ejército de vulnerables. La modalidad destinada a atender esta situación se denomina educación básica alternativa (EBA). Los CEBA, que son los centros desde los que se imparte la EBA, se ubican en el área urbana y un mínimo en áreas rurales.
Por otro lado, la formación docente no contempla el enfoque de educación para adultos, ni la atención a grupos multietáreos. Ademas, los contenidos educativos que se imparten son de poco interés para los estudiantes que se encuentran ya en el ámbito laboral y los docentes aplican con frecuencia una metodología que repite la básica regular, con sesiones expositivas, que no consideran las experiencias de vida y, en forma especial, las competencias y habilidades de los estudiantes.
La tendencia de los docentes es reproducir la dinámica de la educación básica regular: esperan que los estudiantes vayan a los centros. Por eso, el logro es mínimo. Hay que ir a buscar a la población que se desea atender allí donde ella se encuentra.
La mayoría son madres adolescentes, madres solteras, adolescentes privados de libertad, migrantes nacionales o extranjeros, padres y madres organizados en ollas comunes o en comedores populares, estudiantes que dejaron la secundaria para trabajar en el campo o no pudieron matricularse por razones de distancia.
En el mejor de los casos, ellos pasarán a incrementar el número de los que trabajan en la economía informal. Y, sin embargo, no hay una debida articulación entre la educación alternativa y los centros de educación técnico-productiva (Cetpro).
Fe y Alegría quiere colocar en la agenda educativa de la sociedad y del Estado esta situación que clama al cielo. Por ello, ha organizado el Cuarto Seminario Educativo con el tema ‘Una educación básica alternativa flexible y pertinente para una ciudadanía plena’.
Se trata de promover un espacio de diálogo, análisis y reflexión crítica que, desde un enfoque de educación inclusiva, aporte a la formulación de propuestas de una EBA de calidad para todas y todos, que permita la reinserción y continuidad educativa, laboral y social de jóvenes y adultos. El seminario se desarrollará entre el 16 y el 18 de noviembre de modo presencial y también virtual, en la web de Fe y Alegría.
En estos tiempos de río revuelto, en el que muchos solo miran sus intereses particulares, debemos recordar a la sociedad y al Estado que la cuarta parte de nuestros compatriotas adolece de una educación de calidad. No los sigamos olvidando.