Por: Edgard Norberto “Beto” Lajo Paredes

Una vez más, durante veinte años, desde el año 2002 a la fecha, las burguesas empresas constructoras agrupadas en la todopoderosa capitalista Cámara Peruana de la Construcción (CAPECO), y la organización marxista de proletarios y obreros de la Federación de Trabajadores de Construcción Civil del Perú (FTCCP), integrante de la comunista CGTP (Confederación General de Trabajadores del Perú), arribaron a un armonioso y pacífico acuerdo bilateral en la negociación colectiva por rama de actividad, sin huelgas clasistas, sin paros armados y sin revolución socialista, tampoco, con manipulación neoliberal, represión fascista ni prepotencia derechista. Son veinte años en que CAPECO y la FTCCP celebran sus negociaciones colectivas por rama de actividad en forma pacífica y mediante el diálogo; no solo ello, también, están juntos en comisiones multisectoriales de instancias del Estado, cuidando el Sector Construcción. El lema, ya no es “proletarios del mundo uníos”, ahora es: “obreros y empresarios unidos por la construcción”.

El 15 de octubre de 2022, se publicó en el diario oficial El Peruano, la Resolución Ministerial N° 275-2022-TR Disponen la publicación del documento denominado “Convención Colectiva de Trabajo – Acta Final de Negociación Colectiva en Construcción Civil 2022-2023”, suscrito en trato directo el 27 de setiembre de 2022, entre la CAPECO y la FTCCP. Sin duda, esto demuestra una evolución en la manera de ver las cosas, tanto de los líderes laborales como de los dirigentes empresariales. ¡Esto es convivencia de clases! ¿Atrás quedó la tesis de Carlos Marx de la “lucha de clases” entre proletarios y burgueses? Si en la práctica se da la convivencia de clases (CAPECO y Construcción Civil), la economía de mercado (con emprendedores, aunque en la informalidad), y la democracia política (a nivel de movimientos regionales). ¿Cómo explicar, entonces, la hegemonía del discurso político marxista, leninista, maoísta en algunos sectores de nuestro Perú? ¿Es ignorancia política o estrategia popular? ¿Son marxistas, leninistas, maoístas las masas del pueblo que ayer apoyaron a Toledo, luego a Ollanta, después a Kuczynski, también a Vizcarra, con resignación a Sagasti, y ahora a Castillo? ¿Ante la decepción, de los mencionados, ahora se aprestarían a seguir a Antauro? En buena hora que cambian de caudillo, eso denota sabiduría popular, en cambio la derecha sí demuestra soberbia torpeza al no unirse en un frente, al no sintonizar con el pueblo, sino, aferrarse a sus intereses desconectados de los derechos de los trabajadores, consumidores, vecinos y ciudadanos. Esta convivencia de clases entre los obreros de construcción civil y los empresarios constructores ¿significa que los proletarios han traicionado sus principios comunistas? O ¿Qué los empresarios se han vuelto socialistas? Ni lo uno ni lo otro, simplemente, el mundo ha cambiado y seguirá cambiando, las ideas, el pensamiento, las propuestas, las relaciones, la economía, la política, etc.

Es importante destacar que, Carlos Marx, publicó su obra cumbre “El Capital” el año 1867, en el siglo XIX, hace ciento cincuenta y cinco años; estamos en el año 2022 del siglo XXI; de otro lado, la realidad económica, social y política que estudió, el autor, es Inglaterra en Europa; estamos en el Perú en América Latina o Indoamérica; en consecuencia, las tesis y conclusiones marxistas, de hace siglo y medio, han sido superadas por el transcurso del tiempo, en el cual, se han sucedido transformaciones diversas, y por el avance de la ciencia y pensamiento de la humanidad.

Además, como decía, Haya de la Torre “los problemas de Europa, son diferentes de los de América Latina, por lo tanto, sus soluciones, tienen que ser también diferentes”. Parafraseando, al fundador del Aprismo, podemos decir “los problemas del siglo XIX, son diferentes a los del siglo XX, y éstos son distintos a los surgidos en el presente siglo XXI. Por lo tanto, sus soluciones no pueden ser las mismas, sino las correspondientes a cada siglo o a cada etapa histórica. Otro aspecto a enfatizar es que, las propuestas marxistas de: lucha de clases, dictadura del proletariado y supresión de la propiedad; las implantaron en lugares (Rusia, China, Cuba, Corea del Norte), no previstos por el Filósofo, cuyos regímenes no tienen aceptación. No se han aplicado en Inglaterra, Alemania ni Francia, países donde, Marx vivió, estudió, actuó. Ello, no significa que Marx fracasó, no. Lo que pasa es, las cosas cambiaron, variando esas condiciones de explotación y capitalismo salvaje, a mejoras progresivas que se fueron dando, por protestas sindicales, huelgas laborales y negociaciones colectivas; a la dación de legislación social por sus parlamentos; reconociendo la importante prédica humanista de la Iglesia Católica, iniciado en 1891 con la Rerum novarum del Papa León XIII, la primera encíclica social.