El Consejo de Estado
Por: Carlos Meneses
“El Consejo de Estado debe ser renovado en sus afanes de devolver la capacidad de entendimiento de los organismos fundamentales de gobierno.”
Cuando la Conferencia Episcopal Peruana fue visitada por el presidente Castillo y el íntegro de su gabinete, la Iglesia de la mayoría de los ciudadanos se preguntó quién podía ser el interlocutor válido y aceptado de un diálogo que todos piden para disminuir tensiones y encontrar soluciones a los conflictos entre el Ejecutivo y el Legislativo.
Los prelados dejaron constancia que ellos no se animarían a asumir o auto proponerse como actores de un acto semejante y sugirieron se creen mesas de diálogo, señalando además que había que tener un ente convocante o una personalidad aceptada por mayoría de peruanos que lo hiciera.
El Consejo de Estado es un organismo consultivo que no ha sido convocado por quien debiera hacerlo en su condición de presidente de la República y, lamentablemente, un imprudente decir del ex primer ministro y una indebida postergación de reuniones habituales de los más altos funcionarios del Estado y de las instituciones privadas redujo la posibilidad de confiar en tal organismo el inicio y trámite de una conversación deseable y necesaria.
Ahora hay quienes cansados de esperar y ante la ausencia de la acción del presidente del Consejo de Estado, resolvieron convocarlo por su cuenta y riesgo. La presidente del Poder Judicial, Elvia Barrios, se animó hacerlo, pero tuvo respuesta inmediata de la Fiscalía Suprema y de la Presidencia del Congreso de no aceptar la idea en el entendido de que a quien correspondía hacerlo no se pronunciaba.
Así las cosas, todo indica que no existe el intermediario ideal. Además, que persiste, sobre todo, el Poder Ejecutivo en contrariar la opinión mayoritaria de quienes quieren que se converse antes de más confrontación y más problemas.