Activismo contra la violencia de género
Por: Hugo Gonzáles
En el marco de la conmemoración de los 16 días de Activismo contra la Violencia de Género, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), considera pertinente llamar la atención sobre el impacto que la violencia de género tiene en los derechos y el proyecto de vida de mujeres, adolescentes y niñas en su diversidad.
La violencia de género constituye una de las más frecuentes formas de discriminación que enfrentan las mujeres e impacta directamente en el centro de su autonomía corporal. La violencia –qué duda cabe– las aleja del desarrollo y las condena a la exclusión y pobreza.
En el Perú, preocupa la presencia de actitudes patriarcales, estereotipos profundamente arraigados y prácticas nocivas que legitiman la violencia en contra de las mujeres. Siete de cada 10 mujeres sufren algún tipo de violencia. Según la Defensoría del Pueblo, de febrero del 2020 hasta setiembre del 2022 recibieron 4,848 reportes de mujeres adultas desaparecidas, 309 feminicidios y 272 tentativas. Mientras tanto, 58.9% de la población considera aceptable la violencia basada en género.
El UNFPA reconoce los avances y esfuerzos del Estado y sus actores hacia la eliminación de todas las formas de violencia basada en género, aunque por igual reconoce los retos para garantizar una respuesta coordinada multisectorial, la necesidad de fortalecer la interoperabilidad de los sistemas de atenciones y denuncias, la capacidad y calidad de la respuesta de los operadores de justicia y la urgencia de asegurar todas las medidas posibles orientadas a restituir los derechos de mujeres, adolescentes y niñas que sufren violencia, incluyendo ante situaciones de maternidades forzadas producto de abusos sexuales.
UNFPA ratifica su compromiso y disposición de continuar acompañando los esfuerzos nacionales para finalizar las diversas expresiones de violencia basada en género y las prácticas nocivas contra niñas y adolescentes, la erradicación de los estereotipos de género y la puesta en marcha de programas de educación en materia de género para avanzar en el empoderamiento y la autonomía de las niñas y adolescentes, así como el fortalecimiento de servicios esenciales y multisectoriales centrados en las necesidades de las sobrevivientes.
Como ha señalado recientemente la doctora Natalia Kanem, directora ejecutiva del UNFPA, la violencia contra las mujeres y las niñas es completamente prevenible. Toda persona tiene derecho a la autonomía corporal y a vivir en seguridad y protección.