Por: Carlos Meneses

“La OEA, por su parte, ha insistido en la conveniencia de un diálogo que ponga fin a los conflictos”.

Todo indica que la presidenta del Consejo de Ministros, Betssy Chávez Chino a pesar de sus 33 años recién cumplidos, en junio, es una experta en las tareas de gobierno o que está muy bien asesorada por quien fue su antecesor y ahora resulta ser su principal consejero, Aníbal Torres.

Es de ella, por lo menos en apariencia y en uso de su cargo, de quien ha sido la idea de procurar un entendimiento con la oposición parlamentaria que signifique que nadie se va y todos se quedan.

Lo que pretende la señorita Chávez es que la oposición parlamentaria deponga los afanes de conseguir vacar o suspender al presidente Castillo a cambio de que el gobierno renuncie a las pretensiones de cerrar el Congreso de la República.

Según el ojo con que se mire, esta situación favorece más a Castillo que a los que no quieren irse en razón de que han asumido créditos que deberán pagar con el sueldo de congresistas. No queremos pensar que la solución a semejante problema era obtener donaciones denunciadas de dineros provenientes de obras públicas que ellos se han encargado de gestionar, como en el caso de “Los Niños” de los que tanto se habla.

Está claro que una solución de este tipo es parte de una fórmula de entendimiento que no ponga en riesgo lo que desea el gobierno y también la oposición. Desde luego, no faltarán opinantes que convengan en que no es una salida totalmente desfavorable para devolver paz política al país para que, al fin, los ministros dediquen el tiempo que corresponde a atender las labores de los despachos que tienen a su cargo y se olviden de los malos afanes que deberá esclarecer, finalmente, y sancionar, adicionalmente, la justicia peruana.