Por: Carlos Meneses

“Solo aceptamos como expresión de cariño y de reconocimiento de bondades que Arequipa sea una República Independiente, pero no la locura de una república popular y dividida del resto de los que tienen como bandera el rojo y blanco.”

debe trabajar como se piensa, con respeto a los mandamientos y a lo que dicen las normas de convivencia democrática. Volveremos a ser los que fuimos sin dejar de ser bondadosos y solo tendremos los ojos para mirar al futuro y hacia arriba, buscando a Dios para que nos ayude.

Dentro de la política de los odios que muchos peruanos conocimos como alentada por el expresidente Castillo, en algún momento se llegó a hablar de una resurrección de la confederación peruano-boliviana y también de una especie de división de los departamentos del sur cercanos a Bolivia, siendo estas opiniones de gente del pensamiento similar al que tenía Castillo y que fueron mayoría en el proceso electoral del 2020.

Este movimiento, distinto a la manera de pensar de los pobladores que en mayoría habitan en Puno, Cusco, Arequipa y hasta en Madre de Dios y Apurímac, consiguió causar daño económico y dividir a peruanos antes de que Castillo hablara el 7 de diciembre alterando principios que han regido en este país durante décadas.

Contaron sin duda alguna con la simpatía de lo que se ha dado en llamar el Foro de Sao Paulo que conforman desde los extremos como Cuba y Venezuela a similares afanes, pero más discretos en México, Colombia, Bolivia y probablemente Chile y que llegaron a contaminar hasta el Brasil.

Pero el sur no responde como verdad al planteamiento de una república inexistente y no deseada por mayorías. Somos un todo, un solo país que tiene mil desafíos para garantizar democracia, justicia y libertad a todos los que fueron liberados de la dominación española por grandes hombres como San Martín y Bolívar.

Los peruanos somos un todo, estamos unidos y felizmente contamos con la simpatía de otros países sobre todo de los más desarrollados del mundo que anhelan, de seguro, para nosotros lo que ellos son como países de empleo pleno y desarrollo suficiente.