Por: Carlos Meneses

“La tarea es de todos, especialmente, de aquellos que evidencian querer más al Perú que a su línea política”.

Resulta lógico que los peruanos tengamos criterios diferentes para resolver nuestros grandes problemas. Lo que resulta necesario, y comprensible, es que por encima de las diferencias esté la bondad y la defensa de los valores que han hecho a nuestro pueblo capaz de superar contingencias naturales o humanas que en algún momento nos pusieron a prueba, como ahora, y que podemos, debemos superar unido. Sustentándonos en los propósitos que inspiraron a nuestros libertadores y a quienes tuvieron fe en nuestra capacidad de realización y de tener futuro.

La coyuntura que confrontamos es, probablemente, la más difícil de todos los tiempos porque se trata de alcanzar los objetivos deseados con mayorías, para abrir futuro a mejores tiempos y con pureza de entrega pensando solo en cómo hacer más grande un país al que tenemos la obligación de devolver a paz y tranquilidad.

Debemos hacer todos los esfuerzos inimaginables con el mejor de los propósitos de no equivocarnos y conversar, como hermanos que somos, para no deshonrar la enseñanza y la unidad que recibimos de quienes nos precedieron

Hay que rehacer un Perú fuerte, lleno de riquezas naturales, deseoso de prosperar, de generar bienestar para los propios y extraños. Sirviendo de modelo a quienes no han encontrado aún la senda del entendimiento y de la fraternidad.

Es imposible pensar que 33 millones de peruanos que están buscando lo mejor de sí mismos, para sí y los demás, fracasemos en el intento de lograr lo que queremos, sin herirnos entre nosotros y sin procurar la justicia y la libertad que mujeres y hombres deben tener.