Por: Carlos Meneses

“Confirmando la vocación de defensa de justicia y de equidad que tiene los arequipeños el presidente regional nuestro ha tenido a bien intervenir”.

Para los arequipeños es satisfactorio que en medio de la falta de liderazgo que se advierte en la República, la solución de la crisis política que tanto cuesta en vidas y daños al Perú tenga de gestor de paz a quien es gobernador de Arequipa y ex rector de la UNSA, Rohel Sánchez Sánchez. No solamente por el encargo recibido para procurar paz donde no hay, sino por ser voz de una macro región que ha sido maltratada durante el mayor tiempo de los 200 años de país libre que tiene Perú.

También porque la representación arequipeña, secundada por su similar de Cusco ha sido inteligente y eficaz para consultar al Jurado Nacional de Elecciones y tener alternativas de solución al entrampamiento que se vive y sobre el cual debe decidirse un adelanto de elecciones.

Los arequipeños sabemos que el empeño que están poniendo los presidentes regionales está al margen de cualquier interés que no sea el que la República requiere en un momento de convulsión que ha interrumpido el abastecimiento de mercados, el transporte al que tenemos derecho todos y provocado el encarecimiento de productos nacionales y extranjeros que no llegan a los centros de abastos. Aparte de ello, ha ocurrido también daños en personas y propiedades que han cubierto los departamentos de Arequipa, Puno, Madre de Dios, Cusco y, en menor medida, Tacna y Moquegua.

En el sur se ha sentido peor que en otros lugares de la República, el malestar que también afecta, ahora, a Lima desde hace 2 semanas y no ha habido oportunidades para que alguien presente fórmulas de solución que no sean la represión y más desórdenes en respuesta.