Por: Carlos Meneses

“Era presumible que la corrupción estuviera también en EsSalud como logró meterse en las dependencias estatales del ministerio correspondiente”.

Era de sospechar que habiendo corrupción en todas partes no podía ser una excepción EsSalud de Arequipa. Efectivamente, se están descubriendo hechos y casos que tienen origen de larga data, pero, felizmente, una política de saneamiento institucional está empeñada en corregir entuertos que ojalá tengan éxito para bien de los pacientes que allí se asisten y de los asegurados en general.

La única forma de enfrentar eficazmente los casos de corrupción es romper los nexos entre corruptores y quienes se animen a participar de semejante maldad, que haya personal que sea honesto y capaz. En tal empeño deben buscarse a quienes reúnan tales requisitos y confiarles los problemas que el sector salud en general tiene y que le han costado al Perú decenas de miles de muertos durante la epidemia de la Covid-19.

La prensa independiente con las providencias que son necesarias para proteger la institucionalidad y deslindar diferencias entre buenos y malos no debe vacilar en diferenciar bondades de las maldades existentes, denunciar los hechos que se conocen y respaldar la acción de los honestos que se empeñen en superarlos.

Creemos que en el Perú los organismos de control están haciendo esfuerzos reconocidos para combatir el daño que en tan poco tiempo hizo o permitió el gobierno del presidente Castillo. Así como reclamamos severidad y justicia en la aplicación de sanciones así también tenemos la obligación de defender al asegurado en este caso y al ciudadano en general para que todo aquel que trafique con el dinero del Estado sea identificado y castigado.