Por: Christian Capuñay Reátegui

Cada cierto tiempo, el fenómeno El Niño pone al Perú en graves problemas al ocasionar lluvias e inundaciones que arrasan todo a su paso. Sabemos que la anomalía climática se presenta como mínimo desde hace 10,000 años. Tal horizonte temporal, calculado por medio de investigaciones científicas, abre un conjunto de interrogantes sobre cómo se desarrolló en el pasado y el impacto que tuvo tanto en el surgimiento de la civilización en el país como en el colapso de las culturas más avanzadas de la época.

Por ejemplo, se cree que El Niño pudo haber sido uno de los factores que influyeron en la desaparición de algunas de las más avanzadas sociedades que florecieron en la costa norte, como los moche, por ejemplo.

Tanto o más interesante todavía es conocer la influencia del fenómeno en el surgimiento de la civilización en el Perú. De acuerdo con las investigaciones del paleoclimatólogo francés Matthieu Carré –quien a partir del análisis de conchas y otros vestigios estudió la ocurrencia y las características de estos eventos en los últimos 10,000 años– entre hace 3,000 y 6,000 años El Niño se presentaba en nuestro país con una intensidad débil.

En una concurrida conferencia el 2015, este especialista explicó que, aunque las causas que atenuaban la fuerza de El Niño en ese periodo no se conocen con certeza, sí se sabe que generó un mar más frío, neblinas intensas en la Costa, prolongada cobertura verde durante gran parte del año y condiciones favorables para la formación y expansión de bosques, entre otros factores.

¿Puede concluirse que la magnitud débil o moderada de El Niño en aquel periodo contribuyó a generar las condiciones para el surgimiento de la civilización en el Perú? Es interesante conocer que en ese lapso es cuando florecieron las primeras sociedades complejas en nuestro territorio.

No obstante, de acuerdo con el trabajo de Carré, hace 2,000 años aproximadamente la intensidad de la anomalía climática comenzó a subir, el mar a calentarse más y a generar los efectos desastrosos que hoy conocemos.

El arqueólogo Walter Alva, tal vez uno de los estudiosos que más sabe sobre los moche, considera que la devastación acarreada por los sucesivos Niños es la responsable del colapso de esta sociedad y de otras que se asentaron en la costa norte del país. Las inundaciones, seguidas de periodos largos de sequías, terminaron causando el derrumbe de estos pueblos, pese al conocimiento que habían acumulado a lo largo de los siglos sobre el fenómeno.

En lo concerniente a nuestra actualidad, nos encontramos en un periodo en el cual se han presentado varios Niños de magnitud extraordinaria y es probable que esa característica se mantenga teniendo en cuenta que la situación climática mundial alterada por el calentamiento global podría estar causando un incremento tanto en su fuerza como en su periodicidad.

Las autoridades deberían tomar decisiones tomando en cuenta estos datos revelados por la ciencia. Encauzar los ríos, descolmatarlos y construir defensas no parecen constituirse en soluciones definitivas, especialmente si la población se sigue asentando en zonas vulnerables.