Aprendamos a prevenir los desastres
Por: Carlos Meneses
Cada decenio, los desastres provocan la muerte de un millón de personas y dejan sin hogar a varios millones más. Las pérdidas económicas ocasionadas por los desastres se han triplicado en los últimos 30 años en América Latina y el Caribe.
Las autoridades recomiendan a la población adoptar medidas de protección ante las lluvias, huaicos, nieve, granizo, altas temperaturas e incluso ligeros a moderados oleajes en el litoral desde hoy hasta el 11 del presente mes.
Lamentablemente la prevención y mitigación sólo cobran importancia cuando ocurre el desastre o situación de emergencia, es decir en el país la costumbre es solamente dar respuesta para enfrentar los desastres y no para prevenirlos, no se toma conciencia de la importancia de invertir en prevención a fin de reducir las vulnerabilidades en el país.
Senamhi, pronosticó para los días de Semana Santa, que continuarán las lluvias, nieve y granizo en el territorio nacional, principalmente en la costa norte, sierra occidental y en la Selva; aunque también seguirán presentándose altas temperaturas en algunas zonas.
Específicamente para la costa sur, desde Arequipa hasta Tacna, indicó que serán temperaturas diurnas entre los 27 °C hasta los 30 °C, acompañadas de ráfagas de viento y mayor nubosidad para los próximos días. En la sierra sur, en zonas por encima de los 4,000 m s.n.m, los departamentos donde se prevé bajas temperaturas nocturnas son: Arequipa, Moquegua, Tacna, Cusco y Puno.
Estos pronósticos climatológicos poco alentadores, no hacen más que reafirmar la necesidad de promover y reforzar la cultura de prevención; por lo tanto es una tarea pendiente la articulación y coordinación en los tres niveles de gobierno para enfrentar esta realidad.
Asimismo, todos los años afrontamos lluvias, huaicos, inundaciones y deslizamientos, que afectan viviendas en laderas de los ríos y quebradas; a pesar de ello, no hemos avanzado en prevención y en concientizar a la población.
Es preocupante que en el país, las zonas urbanas sean cada vez menos seguras y con una creciente urbanización no planificada que afecta a las personas de menos recursos y que en la actualidad haya más de 60 muertos por falta de prevención y gestión de riesgos.