José Domingo Choquehuanca, líder social e impulsor del desarrollo de Arequipa

La obra de Don José Domingo Choquehuanca se puede apreciar en el ámbito personal, empresarial, dirigencial, liderazgo social, proyección a la comunidad, como fundador de instituciones vivas y sobre todo como ejemplo de humildad, nobleza y honestidad.

Se inicia como líder social en la urbanización Jesús María, de la que también fue fundador cuando aquella zona era simplemente un arenal en el que levantó la primera construcción en sillar y techo de calamina. Fue el primer terreno que adquirió de don Alejandro Núñez, allí se fue a vivir hacia 1960, antes su madre Juanita Borda convirtió en vergel el pequeño terreno aprovechando el agua que se consumía entonces, la del riego (acequia) para el Hipódromo de Porongoche, la que “soltaban” los sábados.

A Jesús María le faltaba todo. José Domingo decidió que sus hijos crecerían en un lugar en el que los servicios básicos no estuvieran ausentes, así luchó primero por el agua, luego por la  energía eléctrica, las pistas, la Escuelita Nº 9694, a la que dotó no solo de infraestructura, mobiliario escolar y hasta banda de música, sino que allí el cardenal Juan Landázuri Ricketts celebró una Misa histórica por la magnitud de la convocatoria.

Luego buscó ampliaciones adquiriendo terrenos a un mínimo costo a don Félix Caballero Lombardo. Convirtió basurales en una Urbanización. En estas ampliaciones los pobladores nuevos no solo pagaron un mínimo importe por sus lotes sino que logró para ellos  préstamos de ayuda mutua. Sistema que consistía en reunir 25 socios los que dominicalmente levantaban las casas de la mano de un ingeniero del “Cuerpo de Paz”.

Se construyeron también el local social, el campo deportivo, el asfalto de sus calles el cuál es el mismo de la Av. Kennedy por ello dura hasta hoy, finalmente la Iglesia que hoy es una Parroquia.

Sin menoscabo en su energía ni anhelo de superación  José Domingo fue electo presidente de AUPA, donde la obra se magnificó. Fiel a sus hábitos cada domingo inauguraba obra social, porque las necesidades siempre fueron muchas.

OBRA SOCIAL

Refunda una alicaída e intrascendente Asociación de Urbanizaciones Populares de Arequipa (AUPA) y logra que esta organización tenga más de 450 PP.JJ. y Urbanizaciones Populares o Barriadas como se les denominaba entonces en su nivel más alto, por el reconocimiento de las autoridades, por la magnitud de convocatoria y la calidad de las obras desarrolladas con planificación y visión de futuro, entre las que podemos señalar:

Unificación de la totalidad de los 50 barrios marginales y reconocimiento por el gobierno central, entre ellas, de las Urbanizaciones Hunter, Selva Alegre, San Martín de Socabaya (que hoy son distritos) Manuel Prado, Jesús María, 15 de Enero, Miguel Grau, etc. Obtuvo para este último el reconocimiento como Urbanización e instaló su primera escuelita en los coches del tranvía que dejara de operar en el centro de la ciudad.

Planificación de las 50 urbanizaciones que hoy tienen un desarrollo sostenido por la dotación de servicios básicos (energía eléctrica, agua y desagüe), construcción de escuelas, locales sociales, campos deportivos, postas médicas y capillas o iglesias que hoy son parroquias, así como el asfalto de sus principales vías o troncales caracterizadas por ser amplias y de doble vía.

(El primer préstamo social librado en el Perú por el Banco Interamericano de Desarrollo –BID– fue logrado por José Domingo Choquehuanca para el agua y desagüe con instalación de medidores. En el año 2005 el BID vino a festejar en Arequipa los 40 años de su llegada al país y para homenajear lo que para ellos fue todo un acontecimiento porque era la primera vez que los pueblos jóvenes o barriadas asumían la responsabilidad de pago de un préstamo que se honró a cabalidad.

Hubo un mayor énfasis en la creación de escuelas y la dotación de infraestructura, mobiliario escolar, material didáctico, bandas de música, como por ejemplo la de los colegios Gran Unidad Escolar Mariano Melgar e Independencia Americana, además de vías de penetración por cuenta del gobierno, como las avenidas que aún perduran con sus asfaltos originales: Av. Kennedy de Paucarpata, Mariscal Castilla, Hunter, Selva Alegre y muchas otras.

CUERPO DE PAZ

No se puede hablar de la historia de AUPA sin mencionar al CUERPO DE PAZ de los Estados Unidos, conformado por profesionales. Estos voluntarios trabajaron estrechamente con  José Domingo constituyéndose en el brazo técnico. Por ello se lograron tantas obras con planificación.

El Cuerpo de Paz no cobraba, venían financiados por su gobierno para ayudar a las “barriadas o Urbanizaciones Populares” como se les conocía entonces. Dicho voluntariado era multisectorial: habían arquitectos, ingenieros civiles, maestros, médicos, enfermeras. Todos muy jóvenes, fue un ejemplo para Latinoamérica.

Es así que por su liderazgo nato fue invitado por el presidente de los EE.UU. John F. Kennedy a visitar ese país para que motivara a los jóvenes de las universidades a unirse al Cuerpo de Paz. Fue tal su éxito que la visita de ocho días se convirtió en nueve meses visitando y dando charlas a los jóvenes de las universidades.

LOS PARQUES INDUSTRIALES

APIMA (Parque Industrial-Artesanal de Pequeños Industriales y Mecánicos de Arequipa. Data del año 1966 y se construyó por iniciativa de José Domingo Choquehuanca ante la entonces Junta de Rehabilitación y Desarrollo de Arequipa, creada a raíz del sismo que asolara Arequipa. Los mecánicos de IV Centenario iban a ser desalojados y  proyectó el primer parque industrial autogestionario de las pequeñas y microempresas fundado en nuestro país.  APIMA se constituyó en el pulmón económico del distrito de Paucarpata y de Arequipa como ejemplo de autogestión.  Llegó a contar con sucursales de 5 bancos comerciales, así como oficinas de los más importantes entes públicos. Actualmente brinda servicios diversos y cobija a 250 empresas de metal mecánica, automotriz, línea blanca y manufacturas diversas.

En 1969, asesora para la fundación del parque Industrial de Villa El Salvador, hoy eje económico de Lima. A lo largo de su vida siempre fue un invitado especial de las distintas asociaciones de empresarios fundadas en Villa El Salvador, luego hace lo propio con el de Taparachi en Puno.

LABOR SOCIAL PARALELA

En forma paralela desarrolló actividades de apoyo social permanente, lo que le  permitió ingresar en coordinaciones y construir amistades valiosas y fructíferas, tal es el caso del RP William Morris, con quien trabajó en los albores de la Universidad Católica de Santa María, la que en sus inicios también recibiera la donación de 500 carpetas. Allí se dio inicio a una de las amistades más grandes que ha tenido, ya que cuando el RP Morris dejó la Universidad se fue a vivir en su fábrica de Apima, en un área modesta. Ambos amaban a los animales y las plantas y a ello dedicaban su tiempo de descanso.

Esta familiaridad se convirtió con el correr del tiempo en “hermandad” porque el Padre Morris lo consideraba “su hermano”.  Conversaban interminablemente. Ambos soñadores, con visión de futuro, ambos modestos y sumamente activos. El RP. William Morris casó a sus hijos y bautizó a sus nietos. Vivió en Apima más de 12 años.  Visionarios ambos trabajaban en proyectos de bien social que ayudaran en la erradicación de la pobreza a través del trabajo. Así gestaron la creación de la CAMARA PYME y de una Universidad Técnica que quedó en proyecto por el deceso del Padre Morris, golpe muy duro para  José Domingo, quien en su honor planificó el proyecto “Ciudad Agroindustrial WILLIAM MORRIS”.

Así en 1995 fundan la CAMARA PYME la que es puesta en marcha hacia 1997, nace con 32 gremios y hoy son 420 en toda la Región Arequipa, 32 Cámaras en ocho departamentos del Sur.  La CAMARA PYME viene a ser una de  sus obras más trascendentes por en favor de los pequeños y micro empresarios

Mientras sus hijos estudiaban la secundaria don José Domingo terminaba sus estudios primarios en el Colegio Antoniano y cuando ellos iban a la Universidad él hacía la secundaria en el Instituto Juan Manuel Polar, de donde egresó como Contador Mercantil. Cuando frisaba los 50 años ingresó a la Universidad en el programa de Derecho. Por la falta de tiempo debido a sus muchos cargos decidió cambiarse a Historia. Su promoción fue la que marcó época debido a que culminaron más de 60 alumnos cuando lo usual era que abandonaran la carrera y solo un mínimo arribara al final. El doctor Juan Manuel Guillén le entregó su título profesional. 

Juan Pablo II recibió poncho de las pymes arequipeñas

José Domingo Choquehuanca había visto, tocado y sobre todo oído al Santo Padre, Juan Pablo II. Pudo morir  tranquilo, pues entre sus manos ha tenido las del Pontífice, escuchado sus palabras, recibido un regalo y es portador de una bendición Papal para todos los que viven en la ciudad que el Papa tuvo oportunidad de conocer en 1982 y en 1985.

La primera audiencia que tuvo con el Santo Padre Juan Pablo II fue en 1999. Entre los varios presentes y el saludo de las Pymes, un ponchito tejido por mujeres cayllominas, microempresarias y devotas marianas, había sido entregado al Papa, momentos antes de que tres arequipeños fueran invitados a postrarse a sus pies para saludarlo. Estaba tejido en colores naturales, era de alpaca y diseñado con sobriedad para que en una noche fría y romana el Sumo Pontífice pudiera protegerse.  Además, le llevó y le expresó un bello mensaje que el Santo Padre escuchó.

La CÁMARA PYME de la Región Sur, aprovechando de un viaje personal de  José Domingo Choquehuanca a Francia e Italia, había pedido tener la oportunidad de asistir a una audiencia con el Papa, la que le fue concedida sin mucho trámite. El Embajador de Perú ante la Santa Sede, Luis Solari, previa concertación con la Cancillería, se dirigió al prefecto de la Casa Pontificia, Mons. James Harvey, pidiendo “tres asientos en primera fila”. La respuesta fue inesperada: Choquehuanca, Rosy Ialongo representante de la CAMARA PYME en Italia y José Choquehuanca Miranda, un estudioso de la ecología y del medio ambiente, fueron invitados a acercarse al Papa.

“Nos pusimos de rodillas y el Papa nos extendió la mano. Su mirada, el halo de paz, de serenidad era tan impresionante que producía llanto de felicidad, de emoción intensa. Más aún cuando me dio la mano y yo la tomé y la guardé sobre mi rostro. Es el recuerdo más emocionante de mi vida, el más dulce y celestial. Era la bendición de un hombre santo…”, dijo en ese entonces emocionado José Domingo.

Un fotógrafo del Diario Oficial de la ciudad del Vaticano y único autorizado para imprimir las placas en las que aparece el Papa, tomó varias de ellas en grupo. Cerca, vestidos de etiqueta, estaban diplomáticos y funcionarios romanos y muchos cardenales, que sonreían ante tan emotivo homenaje que hicieron los peruanos.

Con 66 años a cuestas, nacido en Puno, pero habitante en Arequipa por  medio siglo,  fundador de Apima y de las Pymes, estaba quebrado por la emoción por las palabras que le dijera tan dulcemente…”el que ama a sus  hermanos ama a Dios, tú amas a tu prójimo y tienes mi bendición.…”.

“Yo que conozco la marginación, he sufrido la discriminación y el racismo, que pertenezco a los olvidados, tenía el gran privilegio, la compensación que millones de seres quisieran y no pueden recibir, tener la mano del Papa puesta sobre la mía, mientras procuraba escuchar pedidos de bendición para los pobres de mi país”, agregó José Domingo.

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