Día del Trabajo, una fecha para reflexionar
Por: Carlos Meneses
De acuerdo a cifras del INEI, en el trimestre abril-junio de 2022, la población ocupada se situó en 17,770,900 personas (96% de la PEA). Sin embargo, solo el 52% de la PEA ocupada contó con un empleo adecuado.
El 1 de mayo se celebra el Día del Trabajo, en honor a los Mártires de Chicago, quienes lucharon y perdieron la vida por las reivindicaciones laborales en 1886.
En la actualidad, muchos países conmemoran el 1 de mayo como el origen del movimiento obrero moderno. Perú, Italia, Alemania, Francia, Finlandia, Argentina y México, incluidos. Sin embargo, países como Estados Unidos y Canadá celebran el “Labor Day” (Día del Trabajo, traducido al español) el primer lunes de setiembre. En tanto, Nueva Zelanda lo celebra el cuarto lunes de octubre.
Es esencial devolver al trabajo su significado como valor social central y aplicar los mecanismos de defensa de los derechos humanos para garantizar el desarrollo y una vida digna para todas las personas.
En toda empresa, tanto pública como privada, el trabajador es un recurso fundamental que dedica su talento y esfuerzo para la producción de bienes y servicios. Especialmente en el Perú, dónde las cifras de empleo informal y desempleo no son nada alentadores, esta es una fecha para reflexionar porque la economía peruana actualmente tiene una baja capacidad para la generación de empleos de calidad, asociada a los bajos niveles de productividad laboral, ello después de la pandemia del coronavirus, de crisis política y social que ha llevado al país a una preocupante recesión.
El empleo de baja calidad en el país sigue tomando fuerza. Los trabajadores subempleados superan los 9 millones, según reporte del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI). El subempleo representó más de la mitad de los puestos de trabajo en el país (16,3 millones), logrando un nuevo récord. Mientras tanto, el empleo adecuado alcanzó los 7,3 millones, un retroceso de 23,1% frente a un periodo similar antes de la pandemia.
Por lo tanto el mercado laboral peruano seguirá rezagado mientras incertidumbre política y social continúe.