Por: Carlos Meneses

A finales del 2022 e inicios del presente año, en todo el país se registraron protestas y marchas pidiendo el cierre del Congreso, lo cual es una clara demostración de la alta desaprobación hacia este Poder del Estado.

En febrero del presente año, la Contraloría inició investigación sobre gastos excesivos y polémicos del Congreso, como costosos bufés, alfombras, pasajes aéreos, televisores y celulares de alta gama.

Dos meses después, el Legislativo es nuevamente cuestionado por cuantiosos e innecesarios egresos, como el pago de un bono de 9,900 soles a los trabajadores del Legislativo y; la aprobación de un desembolso de  casi 14 millones de soles para restaurar el museo .La entrega del bono, es por concepto de «ampliación de Legislatura», según sustentaron.

El propio presidente del Legislativo, José Williams -quién firmó la entrega del bono- precisó que no está de acuerdo en tu totalidad, “hay puntos que considero que no están claro y no los apoyo”,

«Yo firmé con reservas. Sí estoy de acuerdo con el asusto del aumento de costo de vida, pero no estoy de acuerdo con que se dé un bono por ampliación de legislatura, no corresponde a mi criterio. Lo mismo que a la oportunidad y el monto. Sin embargo, hay algunos conceptos por los cuales es válido que se firmara», señaló en diálogo con los medios de información.

El pago extraordinario fue una solicitud del sindicato de trabajadores y que, tras ser respaldada por la mayoría de la Junta de Portavoces, fue finalmente aprobada por la Mesa Directiva luego de analizar el pedido. Son S/35.6 millones  el desembolso por el bono, al considerar que son más de 3000 los empleados que laboran en el Legislativo.

Una vez más, los parlamentarios dan la espalda al sentir de quienes los eligieron, por ello las últimas encuestas dan cuenta que el Congreso tiene una desaprobación del 90%, es decir de cada 10 peruanos, 9 rechazan y desaprueban la labor congresal.