Por Martín Taype – El Montonero

El tema de la pobreza ha sido objeto de diversos análisis, estudios y de amplio debate en los ámbitos políticos, académicos, de gremios empresariales y sindicales en el mundo de manera constante, pero primero debemos tener claro el concepto de pobreza para ello a mi entender el concepto más idóneo lo presenta la Organización de Naciones Unidas (ONU), que define a la pobreza como “la condición caracterizada por una privación severa de necesidades humanas básicas, incluyendo alimentos, agua potable, instalaciones sanitarias, salud, vivienda, educación e información”, para efectos de ilustrar este tema veamos la situación en Perú.

El Banco Mundial en su informe “Resurgir fortalecidos: evaluación de pobreza y equidad en el Perú” dado a conocer en su Nota de prensa el pasado 24 de abril, en su página web, nos brinda algunos datos relevantes que debemos analizar. El citado Informe nos indica que desde el inicio de la pandemia del Covid-19 en el Perú se incrementó la pobreza en más de dos millones de personas, lo que representó el 26% de la población en el año 2021, pero también nos expresa que hoy en el Perú, siete de cada diez pobres viven en áreas urbanas, pero a pesar de ello, los pobres rurales todavía son más pobres que los urbanos. Pero también que cuatro de cada diez peruanos están en riesgo de caer en pobreza, el nivel más alto desde el año 2004.

Esta información es muy preocupante, porque nos indica una realidad que todos lo podemos apreciar, la pobreza se ha profundizado en el país y lo peor es que hay una cantidad importante de peruanos que está en riesgo de caer en la pobreza, lo cual demuestra la precariedad de nuestra población, pero también es un llamado de atención a las gestiones de diversos gobiernos de turno en nuestro país que durante largas décadas no han tomado las acciones necesarias para garantizar a nuestra población de elementos básicos para atenuar cualquier contingencia y en el caso específico del Informe del Banco Mundial en materia de salud, en el ámbito de infraestructura, equipamiento médico, personal de salud, así como de adecuadas políticas de aseguramiento de salud, educación, condiciones de vivienda, donde muchos peruanos carecen de los servicios básicos de agua y electricidad.

Siendo relevante también el contar con los medios logísticos necesarios, para las organizaciones de apoyo como son nuestras fuerzas armadas y policiales, quienes a pesar de sus limitaciones logísticas han brindado su mejor esfuerzo y lo siguen haciendo a la fecha, labor que felicito y destaco. 

En tal sentido, hago un exhorto al Gobierno de turno, al sector privado motor del crecimiento económico y a la población en general para actuar de manera proactiva ante el adverso ámbito económico y geopolítico externo y tomar las acciones correctivas ante los problemas de nuestro contexto interno, todos debemos contribuir a disminuir la pobreza en nuestro país y evitar que más peruanos caigan en ella. Actuemos con responsabilidad social, respetando a nuestro medio ambiente y haciendo los ajustes que sean necesarios, recordemos el papel del Estado, ser un promotor del crecimiento económico dado su efecto multiplicador en la economía, pero también que por sí sola no implica necesariamente desarrollo económico.