Por: Carlos Meneses

La Alianza del Pacífico cuenta con 61 estados observadores: América Latina (14), África (2), Asia (12), Oceanía (2) y Europa (31). Según destaca en su portal web, en América Latina y el Caribe, el bloque representa el 41% del PIB y atrae el 38% de la inversión extranjera directa.

Una vez más, el presidente de México, Manuel López Obrador, se niega entregar la presidencia de la Alianza del Pacífico a el Perú.  Sus persistentes declaraciones son consideradas como injerencia en asuntos internos del país, lo cual ocasionó que en diciembre del 2022 la Cancillería peruana expulsara del país al embajador de México en Perú.

La negativa de ceder la presidencia de la Alianza del Pacífico supone un nuevo capítulo en las relaciones con el país azteca, las cuales están debilitadas desde fines del año pasado, crisis diplomática que puede agravarse.

La AP está conformada por Chile, Colombia, México y Perú, surgió en abril de 2011 para convertirse en una plataforma de articulación política, de integración económica y comercial, y de proyección al mundo, con especial énfasis al Asia Pacífico.

Desde la detención del expresidente peruano, Pedro Castillo Terrones, quien actualmente cumple prisión preventiva en el penal de Barbadillo, AMLO respaldó en reiteradas ocasiones al exmandatario, además de criticar al actual Gobierno de Dina Boluarte, al que califica de “ilegal y usurpador”, y otorgar asilo político a la familia de Castillo.

La actitud reiterativa, intransigente e irresponsable de López Obrador, provoca una nueva escalada de la crisis diplomática entre ambos países y, que puede extenderse con otros países que conforman la Alianza del Pacífico.

En las próximas horas,  la presidenta peruana, acompañada del presidente del Consejo de Ministros, Alberto Otárola, y de la canciller Ana Gervasi, Boluarte, darán a conocer su rechazó a las reiterativas  declaraciones de López Obrador y anunciarán medidas firmes y concretas, las cuáles  adoptarán para evitar que el problema se agrave.