Los empresarios de curtiembres que operan en Río Seco denunciaron que el problema de contaminación en la zona es de hace 20 años y sin embargo las autoridades regionales no muestran voluntad para solucionarlo, pese a que la zona se ha convertido en un peligroso foco de contaminación.

En el lugar operan cerca de 100 curtiembres y en urbanizaciones aledañas viven casi 5 mil familias (20 mil pobladores), todos son afectados por los altos niveles de polución. Incluso, las aguas residuales discurren por cauces naturales y desembocan en el río Chili, cuyas aguas contaminadas riegan cultivos de pan llevar.

Félix Chili presidente de la Asociación de Empresas de Curtiembres, Fabricantes de Calzado y Derivados del Cuero (APYMECO), acompañado de los directores Jacinto Roa y Carlos Calvo ofrecieron una conferencia de prensa, en la que manifestaron que otro problema que generan las aguas residuales contaminantes es que afecta la Ruta del Sillar, atractivo turístico que tiene gran acogida por los visitantes.

En este sentido, agregó Chili, es que hemos venido gestionando ante el Congreso de la República y la Municipalidad Distrital de Cerro Colorado, su apoyo para la construcción de una planta de tratamiento que ayude a tratar los residuos industriales contaminantes de las curtiembres y otras industrian instaladas en Río Seco.

Es así que la Municipalidad de Cerro Colorado se ha comprometido a financiar la elaboración del perfil del proyecto para la planta de tratamiento, obra que calculan demandaría una inversión cercana a los 4 millones de soles.

“Por ello, es que pedimos a las autoridades del Gobierno Regional de Arequipa intervengan, porque a ellos les corresponden, ellos son los administradores del Parque Industrial de Río Seco y deben tener como prioridad dar las condiciones básicas para su funcionamiento”, enfatizó el presidente de APYMECO.

PROTESTA CONTRA OEFA

Los dirigentes de APYMECO también denunciaron las multas impagables y “abusivas” impuestas por el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA).

Al respecto, indicaron que los niveles permisibles de toxicidad de sus residuos no están acordes con la realidad del país y por ello es casi imposible cumplir con ellos, peor aún si no existe un tratamiento de las aguas servidas.

“Es imposible cumplir con los parámetros, es por eso que estamos gestionando la construcción de una planta de tratamiento, es la única alternativa para la contaminación de la zona. La labor de OEA debe ser por etapas, primero preventiva y orientadora, luego sancionadora”, enfatizó Chili.

Finalmente, refirieron Chili, Roa y Calvo que la OEFA ha impuesto multas que oscilan entre los 40 y 200 mil soles, montos que resultan impagables, por la crisis económica que la mayoría atraviesa e incluso muchos han quebrado.