Alcalde Víctor Hugo prometió monitoreo constante; sin embargo, para los comerciantes y consumidores no lo está cumpliendo por andar pendiente de «Flechita»

Por: Danna Felipe Benegas

La asistente de administración del mercado San Camilo desde hace dos semanas se encarga de la central de videovigilancia de este, ya que los contratos de los dos serenos que lo hacían vencieron, según el administrador del centro de abastos, Rando Vargas Bejarano. Es decir, la servidora municipal cumple dos funciones al mismo tiempo.

El jefe del departamento de Comercialización y Mercados de la comuna provincial de Arequipa, José Bustinza, hizo esta designación, puesto que bajo sus propias palabras «vio una necesidad». Asimismo, aclaró que la trabajadora está capacitada para la tarea.

DISCORDANCIAS

De acuerdo al último funcionario, el monitoreo de las cámaras era realizado en su mayoría por el supervisor de los vigilantes del mercado antes de su decisión. «Que yo sepa, nunca se designó a dos servidores específicamente para esta tarea», señaló. Contradiciendo la versión de Vargas.

Además, el administrador del mercado le habría notificado de esta demanda. «Estimamos que esta semana ya contaremos con el personal solicitado», indicó Bejarano. Sin embargo, el pedido no llegó a las manos ni oídos de Bustinza.

Cabe recordar que la central de videovigilancia se inauguró el 13 de enero del presente año con la presencia del alcalde provincial de Arequipa, Victor Hugo Rivera, quien prometió un monitoreo constante para reducir la inseguridad en el centro de abastos. Algo que para los comerciantes y consumidores no está cumpliendo por andar pendiente de su perro «Flechita».

«Las cámaras deben prevenir los hechos delictivos, no solo registrarlos. Es fácil para el administrador decir que luego de que me roben, por ejemplo, suba y juntos revisemos las cámaras. No obstante, que diferencia habría, si me están robando y el personal de la central alerta de inmediato a la Policía o al Serenazgo. ¿No es ello lo más factible? Por eso necesitamos que al menos alguien esté vigilando continuamente desde allá arriba (sala de monitoreo)», expresó una vendedora.