El Día Nacional de Rusia
Por: Igor Romanchenko – Embajador de Rusia en el Perú
El 12 de junio de 1990 se adoptó la Declaración sobre la Soberanía del Estado Ruso que luego sirvió de base para la constitución del Día Nacional de Rusia. Esta fecha evoca en nosotros sentimientos de patriotismo, unidad nacional de todos los pueblos de Rusia, un sentido de responsabilidad común por su presente y futuro.
Hoy, nuestro país celebra su fiesta en las condiciones de una guerra híbrida total desatada por los países occidentales, librada por manos de los habitantes de Ucrania, que se usa como un trampolín antirruso. Sus objetivos son infligir una “derrota estratégica en el campo de batalla” a Rusia, convertirla en un paria internacional, socavar la economía rusa, debilitar o incluso destruir el sistema estatal, la identidad nacional, las tradiciones y la cultura rusas de vieja data.
Renunciando a los valores democráticos y de derechos humanos que siempre promovían, estos países no dejan de bombear a Ucrania con nuevos tipos de armas, exigiendo que se continúen las hostilidades, aunque para ello sea necesario luchar hasta el “último ucraniano”.
Sin embargo, los suministros militares a gran escala de los países de la OTAN no ayudan a los ucranianos a lograr sus objetivos deseados. El 20 de mayo, la ciudad de Artyomovsk (Bajmut) de la República Popular de Donetsk fue completamente liberada por las tropas rusas. La notoria “contraofensiva” ucraniana evidentemente está estancada.
Debido a la falta de éxitos en el campo de batalla, los militares ucranianos no dudan en recurrir a métodos neonazis y terroristas. Usando armas suministradas por Occidente, llevan a cabo bombardeos masivos en edificios residenciales, calles, instalaciones sociales, la planta de energía nuclear de Zaporozhie, minan líneas eléctricas, torturan y matan a prisioneros de guerra, hacen purgas entre civiles, etcétera. El 5 de junio dinamitaron la tubería de amoníaco “Toliatti-Odessa” y el 6 de junio ocasionaron una catástrofe humanitaria y ambiental a gran escala, destruyendo la central hidroeléctrica de Kakhovka. Al mismo tiempo, haciendo la vista gorda a los crímenes evidentes del ejército ucraniano, Occidente lanzó una campaña activa de desinformación en los medios de comunicación mundiales, difundiendo numerosas falsificaciones para desacreditar a Rusia, acusándola de todos los pecados.
No hay duda de que todos los objetivos de la operación especial militar se lograrán sin falta. Rusia continuará defendiendo con coherencia y firmeza sus intereses nacionales legítimos, como lo ha hecho con éxito durante su milenaria historia.
Consideramos que las turbulencias geopolíticas actuales no deben ser un obstáculo para unir esfuerzos internacionales, con el fin de contrarrestar de manera efectiva las numerosas amenazas comunes para toda la humanidad, así como para desarrollar relaciones bilaterales mutuamente ventajosas basados en los principios de la cooperación a base de igualdad y de confianza. Rusia está abierta a fomentarlas en la medida en que nuestros socios lo estén también. Nuestra amistad no está sujeta a coyunturas políticas e intereses de bloque y se encamina a la prosperidad de los pueblos. Nuestras relaciones amistosas con el Perú, que acaban de cumplir 160 años, se basan en estos mismos principios.