Impacto del Fenómeno de El Niño será moderado en el 2024
En la medida que transcurre el año y se aproxima la temporada de verano aumenta el temor de lo que podría provocar un nuevo episodio del Fenómeno El Niño en el Perú, sobre todo si se tiene en cuenta lo ocurrido en 2017 cuando devastó parte de nuestro país y, aunque no esté relacionado, lo acontecido este año con el azaroso paso del ciclón Yaku.
SEGÚN REPORTES DEL EFEN
Para comprender mejor lo que significa el Fenómeno El Niño y su impacto en nuestro territorio es siempre importante conocer o recordar qué es este fenómeno, cuándo llegaría a Perú, cómo sería su magnitud y cuánto duraría su presencia en esta parte del planeta.
Para responder a esta pregunta hay que recordar que, a fines del siglo XIX, los pescadores del norte del Perú apreciaron que todos los años hacia finales de diciembre, cerca de la Navidad, solía ocurrir un incremento de la temperatura del agua del mar, la cual era observable a lo largo de la costa norte. Atribuyeron este calentamiento a la llegada de una corriente marina de aguas cálidas a la que llamaron la corriente de El Niño.
La presencia de estas aguas cálidas a lo largo de las costas peruanas, es un fenómeno recurrente que tiene una duración de varios meses. Ahora sabemos que este calentamiento marino-costero se acentúa cada cierto número de años, siendo una manifestación de los cambios que ocurren en las capas superficiales y subsuperficiales del océano. Esto está vinculado a interacciones complejas con la atmósfera que se producen en el Océano Pacífico ecuatorial, a miles de kilómetros de la costa peruana en el Océano Pacífico.
La entidad encargada de informar sobre el avance y evolución de este evento es la Comisión Multisectorial Encargada del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (Enfen), que emite periódicamente comunicados informando sobre el comportamiento de este evento y sus implicancias en Perú.
¿CUÁNDO LLEGARÁ?
Para responder a esta pregunta primero hay que definir qué son El Niño global y El Niño costero. El Niño global se refiere a la ocurrencia del Fenómeno El Niño en el océano Pacífico central y su concepto es más afín al concepto de El Niño-Oscilación Sur (ENOS), un fenómeno donde la atmósfera y el océano actúan en conjunto.
La Comisión Multisectorial Encargada del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (Enfen) utiliza para su identificación el Índice Oceánico Niño (ONI en inglés) de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA) de EE.UU., basado en la Temperatura Superficial del Mar (TSM) en la región “Niño 3+4” en el Pacífico central.
Por su parte, el concepto de Fenómeno El Niño se estableció a fines del siglo XIX e inicios del XX en referencia al calentamiento anormal de la costa norte peruana, asociado a la llamada “corriente del Niño”, y a fuertes lluvias asociadas.
Posteriormente, la comunidad científica internacional relacionó este calentamiento costero con un calentamiento más extenso en el océano Pacífico ecuatorial, así como las fluctuaciones de presión atmosférica entre el océano Pacífico oriental y occidental, dando origen al concepto de El Niño-Oscilación Sur (ENOS), un fenómeno donde la atmósfera y el océano actúan en conjunto.
Debido a la ambigüedad asociada a la definición de El Niño, el Comité Enfen introdujo dos nuevos conceptos que explícitamente diferencian las fluctuaciones de Temperatura Superficial del Mar (TSM) frente al Perú y Ecuador de las del Pacífico central.
El primer concepto sostiene que El Niño costero se basa en el concepto original de El Niño y se define como presencia de la TSM por encima del promedio en forma persistente durante varios meses en la región del Océano Pacífico adyacente a la costa del norte del Perú y de Ecuador, principalmente.
Los mecanismos que lo generan ni los impactos en el país no son parte de la definición, pero este evento puede ocurrir asociado tanto como parte de ENOS, con alteraciones de gran escala del campo de presión atmosférica, vientos y ondas oceánicas en el Pacífico Ecuatorial, como debido a alteraciones en la circulación atmosférica localmente, en el Pacífico oriental. Puede estar asociado a lluvias muy fuertes en la costa norte durante el verano, pero no necesariamente y ocasiona impactos en el ecosistema marino, de acuerdo con su magnitud y persistencia.
Para identificar la ocurrencia y magnitud de El Niño costero en forma operativa, el Enfen creó el Índice Costero El Niño (ICEN), que consiste en la media corrida de tres meses de las anomalías mensuales de la TSM en la región “Niño 1+2”. Para calificar como El Niño costero, el ICEN debe exceder +0,4°C al menos durante tres meses consecutivos. La magnitud del evento puede ser débil, moderado, fuerte o extraordinario según los tres valores máximos del ICEN durante este.
En el año 2015, el Enfen implementó un Sistema de Alerta de El Niño Costero para advertir de la presencia de El Niño Costero más oportunamente, sin tener que esperar el cumplimiento del criterio anterior.
Aunque se trata de un evento natural que siempre existió y que ocurre cada cierto tiempo en nuestro país con diversa intensidad, las investigaciones científicas mejor documentadas se refieren a los episodios ocurridos en los años 1982-1983, 1997-1998 y 2017, que tuvieron efectos más devastadores, sobre todo en las regiones de la Costa norte.
En cada uno de esos periodos El Niño costero provocó lluvias torrenciales prolongadas que generaron a su vez el incremento desmesurado y desbordes de los ríos, así como huaicos y deslizamientos que provocaron pérdida de muchas vidas y cuantiosos daños materiales expresadas en la destrucción de viviendas, colegios, establecimientos de salud y todo tipo de infraestructura vial; campos de cultivo inundados con pérdida completa de cosechas; enfermedades derivadas del desastre, entre otros efectos negativos.