En todo momento la presidenta estuvo resguardada de un contingente policial

Por: Danna Felipe B.

Tras inaugurar hoy 1 de agosto la obra de ampliación de la capacidad de transformación de la subestación La Pampa, provincia de Caylloma, la presidenta Dina Boluarte se reunió brevemente con las autoridades citadas y finalmente abordó su vehículo para retornar a la capital del país, Lima. Sin dar declaraciones a la prensa y resguardada en todo momento por un gran contingente policial. Mientras afuera de la ceremonia un colectivo protestaba en su contra.

La mandataria llegó a Camaná para inaugurar el proyecto eléctrico, su primer acto protocolar en la región Arequipa, acompañada del ministro de Energía y Minas, Oscar Vera Gargurevich. Ellos arribaron primero al aeropuerto de la FAP de Vitor, distrito de Majes, subiendo después a un helicóptero que los trasladó hasta Samuel Pastor.

La actividad contó con la presencia del gobernador regional de Arequipa, Rohel Sánchez Sánchez, el alcalde provincial de Camaná, Jaime Mamaní Álvarez, el burgomaestre distrital de Samuel Pastor, Jhonantan Machado Rivera y trabajadores de Seal (empresa ejecutora de la obra). Las autoridades locales recibieron a la jefa de Estado con regalos artesanales, no sin antes agradecer su visita.

Durante sus discursos, todos coincidieron en trabajar articuladamente a beneficio de la población, reforzando los servicios de Salud, Educación, Seguridad Ciudadana, entre otros. Por su parte, la presidenta reafirmó su compromiso de impulsar el desarrollo del país.

«Queremos trabajar poniendo por delante el amor, la paz y la unidad, sin odios, rencores ni violencia, estos tres adjetivos que acabo de decir últimamente generan pobreza, atraso y no generan desarrollo”, enfatizó la mandataria.

Tras ello, se dió por inaugurada la obra de SEAL que beneficiará a 84 mil camanejos, quienes ahora tendrán luz en sus respectivas viviendas. En tanto, afuera de la ceremonia un grupo de personas protestaba en su contra. Todo el perímetro de la actividad estuvo resguardada por personal de la Policía.

La jefa de Estado conversó brevemente con las autoridades invitadas y posteriormente abordó su vehículo, marchándose del lugar. Los hombres y mujeres de prensa que pensaban entrevistarla se quedaron con los micrófonos en el aire.