El camino para fortalecer la democracia desde el marco de la Política Nacional de Transformación Digital al 2030.

Por. Mg. Alicia Barco Andrade

El debilitamiento de la democracia en Latinoamérica es un tema complejo y multifacético. Existen diferentes factores que pueden contribuir a esto y no hay una única respuesta. Algunos posibles factores incluyen el alto índice de la corrupción, la falta de transparencia de los gobiernos en la rendición de cuentas y la influencia de grupos de interés anti democráticos.

Además, la poca participación deliberativa de una ciudadanía que espera ansiosa ser atendida.

En el caso de Perú, la corrupción transversal que hoy vemos a diario en las noticias, ha afectado a Instituciones claves, socavando la confianza en el sistema político. Esto está llevando a un sentimiento generalizado de descontento y frustración hacia la clase política.

La polarización, la falta de consenso, los ausentes diálogos entre los diferentes actores de una nación confrontan constamente, obstaculizando la capacidad de encontrar soluciones y compromisos efectivos para la ciudadanía.

Por otro lado, el otro gran desafío que enfrenta el país es la desigualdad social, económica, que ha generado brechas enormes, desfavoreciendo a sectores de la población, dejándolos excluidos. 

El nivel de desconfianza hacia el sistema democrático genera una percepción que “no está funcionando”, de manera equitativa para toda una ciudadanía que ya es digital.

Es importante tener en cuenta que estos factores interactúan entre sí y no existe una solución única para fortalecer la democracia.

Es necesario abordar la corrupción, fomentar el diálogo y el consenso con la ciudadanía. Promover la inclusión social de la mano de las empresas privadas y la academia. Fortalecer la Institucionalidad para construir una democracia más sólida. Pero, sobre todo, que existan líderes humanos que, desde su discurso y actitud, realmente HAGAN.

El celular, las páginas webs, las redes sociales, están re-configurando los espacios de poder para la defensa de la democracia.

Bajo el marco normativo, de la Política Nacional de Transformación digital al 2030, se convierte en un catalizador importante para el desarrollo de un País en diversos aspectos. Algunas formas en las que se puede contribuir son:

  1. Crecimiento económico. Si los gobiernos buscan la participación deliberativa impulsando la innovación con nuevas empresas, aumentan la productividad dando solución a los problemas de la ciudadanía de la mano de la ciudadanía digital.
  • Mejora de la eficiencia y la calidad de los servicios públicos. La adopción de tecnologías digitales puede permitir la automatización de procesos, para brindar al ciudadano digital una atención ágil y personalizada.
  • Inclusión humana y reducción de la brecha digital. Si tuviéramos más servicios en línea, los gobiernos y las instituciones públicas abrirían las puertas a los ciudadanos para gobernar con ellos. La creación de plataformas, que concentre la participación ciudadana, es clave en el desarrollo País.
  • Educación cívica. Diálogo deliberativo y consenso. Fomentar el diálogo constructivo y la búsqueda de consensos entre los diferentes actores políticos para superar la polarización y encontrar soluciones efectivas, mediante plataformas innovadoras, garantizaría de manera efectiva, la defensa los derechos de los ciudadanos, contribuyendo al orden público que surge desde la implementación de manera integrada de las webs que abren hacia una comunicación digital donde todos, hoy, por medio de un celular pueden tener acceso.

Finalmente, no olvidemos que la democracia está pensada en los derechos y deberes de una ciudadanía. Devolver a la ciudadanía la VOZ para que sean ESCUCHADOS, hoy, es una solución simple de pensar en modo celular, tecnología e innovación


Alicia.barco@humanbrandslab.com

CEO – Human Branding Perú.

www.humanbrandslab.com

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