¿Por qué tenerle miedo al ChatGTP?
Por: Ricardo Montero

Días atrás difundí en redes sociales los datos que me entregó ChatGPT al responder la pregunta, ¿cuáles fueron los mejores directores técnicos de la selección peruana de fútbol? Consignó, entre otros datos equivocados, que Juan Reynoso es argentino y que César Luis Menotti dirigió a Perú en la década de 1980.

El ChatGPT se sirve de la inteligencia artificial (AI) para responder a los usuarios que se registren en su sitio web preguntas en 50 idiomas sobre temas universales, incluidos problemas de matemáticas u otras ciencias, redacta noticias, poemas, canciones, etcétera. Obviamente no siempre acierta, lo que es lógico, pues los expertos explican que “está en fase de aprendizaje”.

Que haya dado la nacionalidad argentina a Juan Reynoso o haya señalado a César Luis Menotti como exentrenador de la selección peruana, entre otros yerros, no son más que referencias de lo que posee en su memoria virtual y, por lo tanto, de cómo puede ayudarnos hasta hoy.

En consecuencia, solo si desarrollamos un pensamiento crítico ante el ChatGPT y otras herramientas similares, podremos actuar con más conocimientos y habilidades en el nuevo mundo que está abriendo la inteligencia artificial.

Hoy, estos instrumentos nos entregan información certera, pero también equivocada y, en algunos casos, falsa. Conforme pase el tiempo y los usuarios lo utilicemos y aumentemos nuestra presión crítica, la AI se irá perfeccionando hasta lograr ser de mucha utilidad para la humanidad. Esta falta de actitud crítica, por ejemplo, llevó a un trabajador de Samsung a compartir con ChatGPT un código confidencial de su empresa, abriendo la posibilidad de que la información se haga pública. ¿Cuál ha sido la consecuencia?

De acuerdo con la agencia Bloomberg, la compañía coreana ha prohibido a sus empleados usar los equipos del trabajo para conectarse con ChatGPT y otros sistemas de inteligencia artificial similares.

Lo cierto es que las herramientas que responden nuestras preguntas pueden ayudarnos a contrastar opiniones, a verificar datos y fuentes, a valorar las opciones a favor y en contra, a aceptar virtudes y rechazar prejuicios. En suma, podrían ayudarnos a potenciar nuestra forma de pensar y a tomar mejores decisiones, siempre y cuando actuemos con mayor actitud crítica. Lo contrario podría conducir a hundirnos aún más en este mundo de confusión.

Culmino compartiendo la reflexión de Jaime Nubiola, catedrático de Filosofía de la Universidad de Navarra: “He podido comprobar que [ChatGPT] es una ayuda formidable para la enseñanza, pues,como si fuera un tutorial de YouTube, les da instrucciones [a los estudiantes] sobre cómo hacer un ensayo u otro trabajo. Todavía el sistema ChatGPT tiene mucho que aprender, pero estoy persuadido de que más pronto que tarde aprenderá. No hemos de tener miedo a ChatGPT, al contrario, me parece una invitación a pensar más, a pensar mejor, para así poder vivir más creativamente”.

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