Afrontando el reto de lograr la integración
Por: Cecilia Bákula – El Montonero
El día de ayer concluyó en Arequipa el Segundo Congreso de Peruanidad, bajo los auspicios, organización y voluntad de la Universidad Católica San Pablo. En esta segunda edición, el reto fue reflexionar ya no sobre lo que nos unía como peruanos, que fue la motivación central que se tuvo en cuenta en la primera versión, sino buscar las formas de lograr la integración en la propia diversidad.
El análisis de esa diversidad no se ha venido enfocando, en los últimos tiempos, no como la riqueza que permite entendernos como fuente de variedad; más bien se ha tomado como una fuerza de dispersión que podría llegar a hacer imposible el sentimiento y la realización del proyecto de unidad. Una actitud de este tipo es muy peligrosa y hay que atacarla no solo con el sentimiento sino con el conocimiento y los argumentos y es por ello que la presencia de la academia, de la reflexión es no solo oportuna sino indispensable en este momento.
Fueron dos días intensos de trabajo, reflexión, encuentro, de plantear ideas y discutirlas; dos días de proposiciones intentando la mayor concreción porque el Perú, nuestro maravilloso país, vive momentos de severa angustia respecto a la necesidad de su propia definición futura y es indispensable aportarle a la siguiente generación las luces que le permitan mirar ese futuro con esperanza y sustentadas en el mejor conocimiento del pasado y la propia realidad. Este II Congreso, lejos de sustentarse en una visión historicista, nos aportó una visión de mucho realismo y se abordaron temas de gran variedad y con múltiples perspectivas y es que el Perú es así y por ello, en esa inmensa variedad y diversidad, tenemos que encontrar el camino a la unidad que no significa uniformidad, entendiendo que la diversidad, jamás puede significar dispersión.
Expositores de la más alta calidad académica fueron convocados y sin detenerme en mencionar a todos, una vez más el Dr. Fernán Altuve – Febres nos encandiló con una exposición que dio cabal respuesta a la pregunta que se le había formulado ¿Cuáles son los desafíos actuales de la peruanidad? Y enfocó su respuesta, entendiendo la peruanidad en el concierto de las naciones de Occidente y su realidad hoy.
El panorama económico, el aporte de la fe cristiana a la integración nacional, la problemática de realidad educativa y la organización política no estuvieron fuera del debate y en este último campo fue posible escuchar los aportes de las nuevas voces como las de Adriana Tudela y Lucas Ghersi. Vale acotar que a cada exposición le acompañó un panel de comentaristas y siempre, en el marco de un elevado nivel académico pues la discrepancia debe darse en esos niveles para que sea valiosa y pueda rendir frutos.
Las entidades regionales y particulares fue el tema con el que se concluyó este II Congreso de Peruanidad y allí se escuchó a los jóvenes, los que reciben la posta y la exigencia de construir o, no permitir la destrucción de la unidad de este hermoso país.
Finalmente, una vez más, como lo hizo al dar por concluido el Congreso el año pasado, el Dr. Alonso Quintanilla, rector de la Universidad San Pablo, cerró el evento con palabras que iluminan y llenan de esperanza.
No quisiera concluir esta nota sin expresar una gratitud especial y señalar que el éxito alcanzado en esta oportunidad tiene varios componentes que se debe destacar. Me parece fundamental la convocatoria a las Fuerzas Armadas. Personas de uniforme asisten y exponen, participan y están presentes, opinan y aportan y su presencia la percibo como de gran valor y rescato la participación del contralmirante A.P. Juan Carlos Llosa como comentarista de la exposición respecto a los desafíos que hoy tiene la Peruanidad. Ellos, “los hombres de uniforme” como Llosa los llamó, tienen una voz que debe ser oída y un aporte a ser considerado. Importante destacar una gran presencia de juventud. Necesaria esa convocatoria y asistencia.
Y, por último, estos eventos, exitosos, no se hacen solos. Hay personas con nombre y apellido que dejan todo para que sin que se note su presencia, todo salga muy bien. Gracias, por supuesto y en primer lugar al Dr. Alonso Quintanilla, rector de la Universidad San Pablo, entidad que se ha hecho “madre” de este Congreso que quisiéramos sea duradero y anual. Él se dio el tiempo para estar presente, para escuchar, compartir, comentar y alentar. Gracias también al doctor Tomás Salazar, director del Departamento de Humanidades y en él a todos los profesores y docentes de la Universidad. De manera muy especial me permito dedicar unas líneas a la magister Pamela Cabala de Vega, directora de la Comisión de Peruanidad. Sé de su empeño personal y de la atención a cada uno de los miles de detalles que un evento de esta magnitud significa. Sé de su profesionalismo y calidad humana. Por todo ello, reiteradas gracias.