Por: Carlos Meneses

Los urbanistas, y no los instaladores de un teleférico polémico, pueden ser estimados como solución al problema del transporte urbano de pasajeros.

En los últimos años se han agravado los problemas del transporte colectivo urbano en Arequipa y como una solución, durante la gestión del alcalde Zegarra, se puso en marcha el Sistema Integrado de Transportes (SIT), pero la situación se ha complicado al extremo que en Arequipa hay 250 mil vehículos que cumplen esa tarea en el sector público y privado.

Las calles del Centro Histórico están muy comprometidas en el problema de pavimentos que no resisten la intensidad de la presión vehicular o que resultan insuficientes para cubrir la demanda.

Lamentablemente, no se han dado medidas de aliento, por ejemplo, a la inversión pública o privada en estacionamientos y con cada día que pasa es más el tiempo que se pierde para trasladarse en las rutas urbanas.

Para colmo de males se advierte la ausencia de arquitectos y urbanistas que puedan supervisar lo que se hace, con un criterio estrictamente limitado a las presiones de los transportistas y de una realidad que nos agobia y que ha ido empeorando por el poco o ningún interés demostrado en las administraciones de Omar Candia y ahora de Víctor Hugo Rivera.

Sería deseable que las cosas no empeoren aún más, pues el número de vehículos no lo soporta la Arequipa tradicional y mucho menos que se amplíe el SETARE para carros públicos informales.