Dos consecuencias de la precariedad del sistema de salud en el Perú
Por: Jorge Delgado – RERUM NOVARUM
Vamos a tocar 2 temas: Uno, el fallecimiento de un político por la falta de presencia, efectividad y prioridad de la atención en salud. Y otro, el desbordamiento de los feminicidios en el país.
Reiteradamente hemos venido denunciando la falta de atención en el sector de la salud, cuestión de primer orden de cualquier gobierno. Solo cuando un político fallece a causa de la falta de atención es cuando se vuelve a tocar el tema, como una cuestión coyuntural, que definitivamente no lo es. Coyuntural, porque por la personalidad de la persona fallecida ha sido tocado y “tratado” en todos los medios. Tratado, pero no como para resolver los problemas del sector, sino como una noticia mediática.
Justo se da este fallecimiento en lo que podemos considerar sector rural, que desde hace muchísimos años no tiene la atención suficiente para cubrir las necesidades de estos conciudadanos. Lo curioso otra vez, es que este fallecimiento se da un lugar donde en Arequipa hay un conflicto sobre el tema de la minería por resolver.
Si somos un ciudadano del lugar, estaríamos convencidos de la ausencia del estado en mi lugar. Si la salud cuestión prioritaria de atender, no es atendida. Como podría pensar y creer que este estado podría resolver la situación minera, que no es prioritaria.
El sector rural, eminentemente agrícola, base para que países en desarrollo logren el mismo. Si el estado no puede resolver el problema y necesidades de la salud, como es posible pensar que tendrá la habilidad para resolver el problema agrícola, muy difícil no.
Una vez más, los hechos demuestran la falta de eficacia de inversión del estado, por toda la falta de planificación de corto de mediano y largo plazo.
Nuestro segundo tema, denunciado por nosotros anteriormente es el feminicidio, hoy con índices muy alarmantes.
Todos sabemos que la raíz de la inseguridad ciudadana es la falta de la formación y educación para recibir valores y principios que nos permiten ser una persona de bien y un correcto ciudadano.
Pero esta ausencia de principios y valores, puede llevar a la persona a una tergiversación de creer que lo bueno está mal y que lo malo es bueno. Justificando medios por fines.
Llegando a inclusive convertirse en un problema de salud mental. El feminicidio es el producto de la falta de amor en la persona, la falta de dignidad, la falta de valor en ella. Casi seguro resultado de la falta de amor en su proceso de crecimiento como persona. Y casi seguro esta persona será candidata a tener un problema de salud mental.
Y volvemos al principio, todo esta englobado como primer esfuerzo, en la ausencia o falta de atención en la salud.
Cuando hablamos de persona humana, salud, educación y trabajo, atendidos en ese orden; todos interdependientes, deben ser atendidos en toda la línea de tiempo. Eso no indica que la educación también pueda ser prioritaria, o, el trabajo. Pero sin la salud es bien difícil que una persona logre su desarrollo.
Salud, no solo física como se puede ver, sino mental, que muchas veces son cadenas, como el alcoholismo y la violencia familiar. Una vez que la persona comienza a decidir, es casi seguro que va a repetir los modelos vistos y vividos en su ambiente familiar. La falta de amor o su carencia, es casi seguro que derivara en un problema de salud mental.
Solo para aclarar, no somos profesionales de salud, pero si creemos y expresamos esta opinión.