Agricultores reducen sus siembras por escasez de agua.

Debido a la restricción del uso agrícola del agua, la producción de tubérculos, verduras y frutas se redujo en un 40% en nuestra región. Esta situación adversa generó hasta la fecha una pérdida monetaria de U$D 4 mil millones para el sector agricultor arequipeño; sin embargo, no se descarta que la situación se agrave aún más durante el último trimestre del año, según advierten desde la Sociedad Agrícola de Arequipa (Sada). 

El proceso de siembra en la región Arequipa inició oficialmente en septiembre, según detalló el representante de la Sada, Daniel Lozada Herrera. Debido al estrés hídrico experimentado durante el 2023 se redujo en 40% las áreas destinadas para la siembra. Ante la posibilidad de cambiar la producción y sembrar alimentos que demanden menor cantidad de recursos Hidricos, Lozada Herrera sostuvo que cambiar la siembre es complicada; por lo que para la próxima cosecha –planeada para diciembre enero y febrero– no se varió los alimentos y productos sembrados. 

«Sembrar tunas, granadas u otros frutos reduciría el gasto del agua, pero el pueblo necesita alimentos. La papa, el arroz, la cebolla son productos que sembramos generacionalmente y están ligados a la dieta diaria. Un cambio es posible, pero es paulatino, no puede ser general. (…) Necesitamos coordinar con los gobiernos regionales y centrales. Actualmente trabajamos con el gerente general de Agricultura, pero está haciendo el esfuerzo posible»

refirió Lozada Herrera. 

Debido a que el recurso hídrico se restringió un 40% en las zonas reguladas y hasta en un 60% en aquellas zonas no reguladas, Lozada Herrera informó que las cosechas agrícolas se reducirán en toda la producción regional: arroz, papá, ajo, cebolla, etc. «La exportación de arándanos y palta se verá drásticamente reducida. Pero –peor aun– la exportación de mango será casi nula, porque el clima perjudicó la floración del norte y causó graves daños en la zona centro y sur del Perú», refirió el titular de la Sada. 

Ante estas situaciones adversas, el Perú –y la región Arequipa– pierden posiciones competivas en la exportación agrícola y reducen su capacidad de alimentar a la población local. Situación que podría agravarse aún más durante el próximo año, lo que perjudicaría en los precios de la población.