Evalúan incrementar restricción del agua si no se almacena 250 millones de metros cúbicos en la próxima temporada de lluvias. Pese a que el recurso hídrico está asegurado durante el 2024, posibles clima adverso consecuencia del Fenómeno de El Niño podrían provocar una restricción del uso del agua en diversos sectores para el 2025.

EN PRÓXIMA TEMPORADA DE LLUVIAS

Desde la Autoridad Administrativa del Agua Caplina-Ocoña informaron que si no se logra almacenar al menos 250 millones de metros cúbicos durante la próxima temporada de lluvias, se deberá restringir el uso de agua para los sectores mineros, agrícolas e incluso energéticos.

Debido al Fenómeno de El Niño global y El Niño Costero se espera que nuestra región atraviese dos años secos. Es decir, de las tres periodos posibles: año normal, húmedo y seco se espera el clima más adverso. Debido a ello a nivel regional hay una restricción de 5% al uso agrícola y restricciones similares para los demás. No obstante, esta situación podría agravarse más aún si no se logra una recuperación en las precipitaciones del próximo año. 

El Plan de Aprovechamiento del Agua busca asegurar la reserva hídrica necesario para la campaña del 2025-2026. El reservorio Caplina Ocoña tiene una capacidad total de 410 millones metros cúbicos. Actualmente se cuenta con 170 y se espera llegar a fin de año con 110 como reserva para el 2024. De modo que –a pesar de un período seco de lluvias– se almacene de 240 a 250 hectometros cúbicos para el próximo año. 

«Normalmente los periodos secos duran dos a tres años. Ya pasamos un año de periodo seco (el 2023), probablemente el próximo año (el 2024) también lo sea. Esperamos que el 2025 inicien las recuperaciones. Son ciclos. El cambio climático afectó y disminuyó más las precipitaciones, pero en función a la estadística y probabilidades del Senamhi, sabemos que el fenómeno de El Niño generará mayor sequía», sostuvo el director de la Autoridad Administrativa del Agua Caplina-Ocoña, Ronal Fernández Bravo. 

La principal actividad para almacenar el recurso hídrico sigue siendo la lluvia, aunque las aguas subterráneas y las lagunas en zonas alto andinas también representan una posibilidad a futuro. La zona acuífero del Chilli, por ejemplo, tiene casi 3 mil hectómetros cúbicos de reserva de agua que se usaría en casos extremos de sequía. Aunque no en su totalidad, pues determinadas zonas tiene arsénico que impide el consumo humano. 

En el sistema del Chili Regulado hay actualmente una restricción de 10% al 15%. En los otros sistemas (como Cotahuasi, Chuquibamba, Castilla Alta) donde no hay represas para regular se debe hacer un uso más racional.