Por: Carlos Meneses

Arequipa debe liderar un proceso de descentralismo real consiguiendo que los gobernadores y los alcaldes impulsen la terminación de obras que están inconclusas para evitar que el recurso público vuelva a la caja fiscal al fin de este año y ayudar a resolver el problema de empleo sobre todo en construcción civil.

El gobierno debe dar la primera prioridad en la obra pública destrabando los proyectos que por deficiencias técnicas o por arbitrajes han sido paralizadas desde hace buen tiempo, para lidiar con el desempleo sobre todo en las regiones y provincias, lugares en donde la Contraloría General de la República asegura que hay miles de trabajos interrumpidos lamentando que los mismos contribuyan al desempleo y a generar angustia en los más vulnerables.

De acuerdo a las informaciones obtenidas de la propia Contraloría, Arequipa es una de las regiones que mejor está respondiendo a este clamor y ello también porque es parte de la política de su gobierno regional el invitar a los alcaldes de provincias y distritos a trabajar en escuelas, carreteras, centros de salud y obras de aliento a la agricultura para compensar los resultados de una desconfianza del sector privado del país y del mundo que han dado lugar a la recesión admitida por el ministro de Economía.

Paralelamente todos deben interesarse no solo por la conclusión de la obra física, sino por la pronta habilitación de los implementos que permitirán que los proyectos se conviertan en positivo beneficio comunitario, habilitando lo que se termine en infraestructura con el equipamiento indispensable.

En el caso del Gobierno Regional de Arequipa esa situación es muy clara en el hospital Maritza Campos de Camaná y es de esperar que se dé un nuevo ejemplo de eficiencia al ponerlo en funcionamiento en el menor tiempo posible.