Propuesta municipal de crear una “zona rosa” genera polémica y el rechazo
Por: Jorge Turpo Rivas

¿Qué tan serio y real es el anuncio del alcalde provincial?

El exsubprefecto, Edgar Gonzales Polar, quien casi logra la implementación de un centro de esparcimiento para adultos el 2003, sostiene que la actual propuesta es improvisada y no llegará a nada. Mientras que monseñor, Javier Del Río Alba, considera que una “zona rosa” no resuelve el problema de fondo de la prostitución.

Hubo una vez que Arequipa estuvo muy cerca de tener una “zona rosa”, un lugar destinado para el ejercicio de la prostitución, pero quedó frustrado por el cambio de autoridades y la oposición de los alcaldes distritales a que ese centro de esparcimiento y diversión para adultos funcione en su jurisdicción.

Ocurrió en el 2003, cuando el subprefecto, Edgar Gonzales Polar, logró juntar –mismo San Martincito de Porres– a perro, pericote y gato. Estuvieron en una mesa todas las autoridades de la ciudad y se convocó a los dueños de los prostíbulos.

“Eran entre treinta y cuarenta dueños de estos negocios que incluso formaron su asociación y estaban dispuestos a comprar un terreno alejado para que allí funcione la “zona rosa” que en realidad estaba planificada como una zona comercial donde además haya casinos y otros negocios”, recuerda Gonzales Polar.

Todo quedó frustrado porque hubo cambio de autoridades y además ningún alcalde distrital, ni los vecinos, aceptaron que la “zona rosa” se ubique en su jurisdicción.

“Un terreno en Uchumayo fue la propuesta que más avanzó, pero no prosperó. Es que no entendemos que el problema de la prostitución no lo puede afrontar sólo un alcalde, es algo que necesita de todas las autoridades: Policía, Fiscalía, Poder Judicial, la Defensoría y hasta la propia iglesia”, indica Gonzales.

La exautoridad está convencida de que el anuncio hecho por el alcalde provincial, Víctor Hugo Rivera, de que en treinta días presentará la propuesta oficial para crear una “zona rosa”, es improvisada y carece de seriedad.

EL ANUNCIO

Una evidencia de que el anuncio del alcalde surgió de la improvisación es que un par de horas antes que lo haga, el gerente de Seguridad Ciudadana, Jorge Padilla, dijo en RPP que la creación de una “zona rosa” era sólo un comentario, que no había ninguna intención de promoverla.

Víctor Hugo Rivera, lo dejó mal parado cuando salió a decir que en treinta días presentará el plan para crear una “zona rosa”. ¿Quién miente o por qué no se coordina un mismo discurso desde la municipalidad?

La regidora Mayra Sumari, recuerda que lo mismo ocurrió con el anuncio de la entrega de permisos temporales a los transportistas informales. “Primero se hizo el anuncio y luego se dieron cuenta de que era inviable, ahora sabemos que la propuesta de la “zona rosa” no se ha conversado con ningún regidor”, apuntó.

Por su parte, Gonzales Polar, considera que treinta días son insuficientes para elaborar un plan serio y efectivo para combatir la prostitución. “Se requiere al menos uno o dos años para trabajar con todos los involucrados, no es un tema sencillo y en treinta días lo único que puedes hacer es un simple anuncio de una idea, pero nada concreto”, dijo.

Arzobispo de Arequipa, Javier Del Río Alba.

LA IGLESIA

El arzobispo de Arequipa, monseñor Javier Del Río Alba, mantiene su posición en contra de una “zona rosa” porque está convencido de que no erradicará la prostitución de las calles y avenidas de la ciudad.

“Lo único que haría sería extender la prostitución al distrito o barrio en el cual se ubicaría, creando así otro foco de prostitución y delincuencia. Así ha sucedido, por ejemplo, en Lima y en muchas otras partes del mundo. Justamente por eso, países de alto desarrollo económico están reduciendo drásticamente la prostitución penalizando con cárcel y fuertes multas a quienes compran cualquier tipo de servicios sexuales”, dijo.

Agregó como ejemplo lo que ocurre en Noruega, donde se penaliza como delincuentes no sólo a quienes usan a una prostituta en ese país, sino también a los noruegos que cometen ese tipo de actos en el extranjero.

“Como hemos dicho en muchas ocasiones, la prostitución es un problema social que debe ser abordado de modo integral y ayudando a aquellas personas que son explotadas sexualmente a cambio de dinero. Es hora de reconocer que ‘la profesión más antigua del mundo’ es, en realidad, ‘la opresión más antigua del mundo’, destacó.

UNA REALIDAD

En el 2003 la prostitución ocupó varias zonas de Arequipa, por ejemplo: la Av. Jesús, Av. Mariscal Castilla, El Palomar donde había un prostíbulo al costado del cuartel de Seguridad Ciudadana del municipio y hasta en la primera cuadra de la avenida Parra, frente a la casa del entonces alcalde Yamel Romero.

Ahora la situación es mucho más grave, la prostitución no está en locales, sino en calles y avenidas como los alrededores del Terminal Terrestre. Además –como apunta el exsuprefecto–, detrás del ejercicio de la prostitución ahora hay venezolanos y colombianos que son mucho más avezados y siembran el terror por donde pasan.

“Ahí tenemos el ejemplo de Lima, y no hay que ser un experto para darse cuenta de que esa realidad de trata de personas y sicariato se trasladará aquí si no hacemos algo”, comentó Gonzales.

Agrega que no basta sólo con hacer operativos en contra de las mujeres que ejercen la prostitución. El tema de fondo está en la captura de los proxenetas (explotadores de mujeres) que hasta el momento están actuando con total impunidad.

El general (r) de la Policía, Enrique Blanco, tiene una apreciación muy clara de lo que ocurre con los jefes de comisarías que no combaten la prostitución ni la delincuencia en su jurisdicción.

“Si esos comisarios no rinden resultados contra el crimen es por dos motivos: o porque son incompetentes o porque cobran cupos”, dijo.

Ahí también está buena parte del problema. Lo único que se logra con los operativos contra las prostitutas es que se trasladen de una calle a otra, pero no se ataca el problema de fondo.

QUÉ ES UNA ZONA ROSA

A pesar de que considera poco seria la propuesta del alcalde Víctor Hugo Rivera, el exsubprefecto Gonzales Polar, está convencido de que una “zona rosa” sí ayudaría a poner control y orden en el ejercicio de la prostitución.

“Sería una zona de esparcimiento para mayores de edad donde se instalaría un módulo de seguridad ciudadana y un puesto de salud o sanidad. No se trata de promover la prostitución, se trata de controlar y evitar que la espiral de violencia siga creciendo en la ciudad”, comentó.

Si el anuncio de crear una “zona rosa” avanza, el principal problema que tendrá que enfrentar el alcalde Rivera es convencer o lograr el apoyo de algunos alcaldes distritales para que acepten la ubicación de ese centro de esparcimiento.

“Está claro que el problema de fondo es político, económico y social, por eso se requiere que los alcaldes también se compren el pleito y dejen de mirar todo con cálculo político, el interés de la ciudad está por encima”, dijo.

En treinta días sabremos si el anuncio del alcalde provincial es seria o sólo fue una medida para distraer a la ciudadanía de los cuestionamientos a su gestión que se caracteriza por el retraso en las obras emblemáticas y su falta de capacidad para solucionar el tema del transporte público e inseguridad ciudadana.

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